El Madrid remata su pasillo de seguridad para un lustro con las renovaciones de Valverde y Camavinga

Eficacia y discreción son las normas históricas del Real Madrid en su trabajo. No le agradan las alharacas ni las exhibiciones públicas. A la entidad le gusta trabajar en silencio e informar cuando ha rematado todos sus objetivos. La dirección deportiva ha planificado el Real Madrid del próximo lustro y Florentino Pérez comenzará a presentar las renovaciones del pasillo de seguridad del conjunto blanco.

Ha sido una labor callada que ha dado sus frutos. La meta se ha conseguido. La institución ha asegurado su columna vertebral en un plan quinquenal bien detallado.

Diez futbolistas prioritarios

El análisis pausado de la cúpula del Real Madrid estipulaba que había cinco jugadores imprescindibles que había que renovar con relaciones contractuales de larga duración. Son: Camavinga, Valverde, Vinicius, Rodrygo y Militao. A ellos se sumaban Tchouaméni, firmado hasta 2028; Courtois, que posee ficha hasta 2026; Carvajal, madridista hasta 2025 y los jóvenes Bellingham y Güler, que rubricaron acuerdos hasta 2029.

Camavinga, como Jude

Las últimas operaciones por definir eran clave: Camavinga y Valverde. El tanque francés ha extendido su matrimonio con el Real Madrid por seis años más, en la misma escala que Bellingham y el imberbe Güler.

Su equiparación del periodo de confianza con la estrella inglesa evidencia la suprema valoración que el Real Madrid hace de Eduardo, un fichaje sensacional que le costó a la casa blanca 35 millones y que se ha ganado a la afición del Bernabéu desde el primer día. Su precio actual es infinito. Intransferible a todos los efectos.

Fede Valverde, el halcón maltés

Camavinga no se vende y en el mismo escalafón se encuentra Valverde, ese uruguayo que costó cinco millones de euros y llegó siendo un pajarito. Hoy es un halcón maltés de pelaje blanco.

El Liverpool y otros clubes ingleses han filtrado durante años su interés por el atleta uruguayo, pero Federico sabía que el Real Madrid le quería para siempre. De renovación en renovación, el centrocampista de la zancada imposible ha sellado su continuidad en el equipo durante un lustro más.

Camavinga y Valverde eran las últimas metas fundamentales para la dirección deportiva madridista y han logrado ese reto. Diez hombres patentados, toda una columna vertebral.

El batallón brasileño

El Real Madrid ha dialogado con los seis futbolistas que necesitaba renovar a lo largo de un año, de manera programada, para alcanzar todos los acuerdos y anunciarlos paulatinamente. Ya había asegurado antes la continuidad del gran batallón brasileño. Militao y Rodrygo han rubricado su casamiento de blanco hasta 2028, mientras Vinicius lo ha hecho hasta 2027.

Los dos delanteros también han oído, que no escuchado, cantos de sirena del PSG y de equipos de la Premier. Su meta era seguir en la entidad que les ha dado los grandes títulos y estas ampliaciones de sus fichas, en tiempo y en dinero, son la demostración.

Militao, ahora en proceso de recuperación, también era considerado intransferible. Hace dos años le dieron por fin la oportunidad de jugar constantemente y demostró en media docena de partidos que estaba hecho para ser un líder defensivo del Real Madrid.

Tchouaméni, el otro puntal

Pivote titular en la selección de Didier Deschamps, el toro Aurelien Tchouaméni era, es, otro hombre muy importante en el esquema de planificación de futuro del club del Bernabéu. Precisamente, el informe de la dirección deportiva explicaba que el medio centro francés debía ser fijo en el esquema del Real Madrid. La temporada pasada jugó menos de lo que la cúpula de la entidad deseaba. Ahora, Tchouaméni es el eje del conjunto de Ancelotti. Cuando llegó, extendió su contrato hasta 2028 porque la institución creía en él como un hombre de futuro y así lo está plasmando.

Casos diferentes: Courtois y Carvajal

Hay otros profesionales que también forman parte de ese pasillo de seguridad y que su edad hace que sus contratos se extiendan por tres y cuatro años aunque tengan la misma consideración. Son las situaciones de Courtois y Carvajal, inmersos en la treintena. El lateral aumentó su contrato con la entidad en la que lleva toda su vida hasta 2025, mientras el mejor guardameta del mundo, que evoluciona sorprendentemente de su lesión, lo hizo hasta 2026.

Bellingham, marcar una época

En este análisis profesional del plan quinquenal madridista había una matriz: Jude Bellingham. El inglés había sido cazado por los espías de la casa para ficharle. Era el elegido para liderar este Real Madrid de la próxima década. El designado por la dirección deportiva de Valdebebas para marcar una época.

Ha sido un acierto. Este chico que brilla en la veintena es un jefe en el campo. Ha nacido para jugar en el Real Madrid. Nunca un futbolista inglés encajó tan bien en el fútbol español.

Güler, un sueño de magia

En este planning programado, la adquisición de Arda Güler es un sueño. Ancelotti, Kroos, los veteranos del lugar destacan el talento y la magia de este turco que se ha lesionado dos veces porque Pintus le quiere añadir cuatro kilos de musculatura para soportar con más fuerza ese arte.

Enseña regates insospechados y una zurda de oro, un guante de seda en esa bota izquierda que ejecuta fintas inesperadas y disparos imprevisibles. El chaval ya se entrena de nuevo con el grupo y el madridismo está ansioso por verle saltar al Bernabéu.

Brahim y Fran García

Son dos casos muy distintos a los demás. Antiguos canteranos que han regresado a casa para ganarse un puesto. Brahim y Fran García rubricaron su regreso al Real Madrid hasta 2027 porque la entidad y ellos mismos se han dado un margen de cuatro años para constatar si su porvenir está en esta plantilla. Si se suben al carro por rendimiento entrarán en el privilegio de esa lista de elegidos que protagonizan la columna vertebral.

Brahim ha demostrado su calidad en el regate y el disparo cuando le han dado minutos. Es agresivo con la pelota, cada vez que recibe el balón intenta superar al rival de turno, una magnífica virtud para un equipo que necesita romper murallas.

Fran García comenzó como titular en la banda izquierda y ahora ha perdido el sitio en favor de Camavinga y Mendy. Ha comprobado en sus carnes que jugar en el Real Madrid es muy exigente. Si mejora en sus decisiones defensivas será un futbolista importante, un hombre de club.

Joselu y Kepa: quedarse

Dos futbolistas cedidos viven también una realidad diferente al resto. Joselu y Kepa han llegado para jugar solo este año y su gran ilusión es demostrar su valía y ser fichados definitivamente para incorporarse a esa lista de oro.

El ariete marca goles y aporta muchas opciones ofensivas a Ancelotti. Remata y concede asistencias de gol a Bellingham. Es práctico, eficiente. El dilema es que Endrick llega en julio con seguridad y si la telenovela de Mbappé se hace por fin realidad el próximo verano las opciones de Joselu se reducen ostensiblemente.

A expensas de Courtois

La continuidad de Kepa depende de la recuperación de Courtois. Si el belga vuelve a ser el mejor cancerbero del planeta se antoja muy difícil que la casa blanca pague un traspaso por el vizcaíno para ser suplente. El niño de Ondarroa, apellidado Arrizabalaga, es además un portero de nivel y se augura complicado permanecer a la sombra de Thibaut. La suplencia constante de un internacional cotizado es siempre un problema. Dos gallos en un solo corral.

Lo que ha hecho el Real Madrid es renovar a sus gallos imprescindibles y enmarcar a una decena de futbolistas que dibujan su porvenir.