Robert Lewandowski reaparece a lo grande y le da un triunfo fundamental al Barcelona

Si el Barcelona ha ganado este domingo al Alavés ha sido gracias a Robert Lewandowski. El delantero polaco llevaba un par de jornadas dormido y había sido duramente criticado por su afición, pero el delantero nacido en Varsovia se puso la capa de líder y ha salvado al conjunto azulgrana de una nueva derrota frente al Alavés. Los vitorianos fueron un digno contrincante y lucharon hasta el final, pero la falta de gol les acabó condenando (2-1).

Las aguas en Can Barça bajaban revueltas y sabían que este partido podía disipar esas dudas. La oportunidad era inmejorable. Volvían a la montaña mágica de Montjuic y enfrente tenían a un Deportivo Alavés. Los babazorros no se desenvuelven especialmente bien lejos de Mendizorroza y aún no saben lo que es ganar como visitante.

Y el partido no pudo empezar mejor para el Alavés. No se había llegado al minuto de juego y el conjunto vitoriano ya tenía ganas de fiesta. Jon Guridi le robó un balón en el centro del campo a Gündogan y se la cedió rápido a Javi López. El extremo izquierdo levantó la cabeza y metió un pase de la muerte al área donde se encontraba Samu Omorodion. El delantero cedido por el Atlético de Madrid se adelantó a la defensa azulgrana y puso el 0-1 en el marcador.

Encajar tan pronto no le gustó ni un pelo a Xavi Hernández. Al técnico egarense se le veía muy nervioso en el área técnica. Y no era para menos. Su equipo necesitaba un triunfo como el comer para disipar esas dudas y devolver la alegría al barcelonismo, muy molesto con la derrota de su equipo frente al Shakthar Donetsk en Champions.

Sivera desquicia al Barcelona

Y el Barcelona reaccionó parcialmente. Creció con balón. Y, poco a poco, fue acercándose al área alavesista, pero sin demasiado peligro. Antonio Sivera estaba salvando a su equipo y, cuando podían, los muchachos de Luis García-Plaza salían a la contra para buscar el segundo cuanto antes. Y ocasiones tuvieron de sobra. Pero apareció el de siempre. Si no es por Ter Stegen... a saber dónde estaría el Barcelona.

El conjunto azulgrana seguía llegando, pero Sivera parecía un pulpo. El guardameta alicantino estaba desquiciando a los azulgrana, parecía el Iker Casillas del 2010 y le puso un candado a su portería. Y en ese sentido, el Alavés podía estar tranquilo.

Así se llegó al descanso. El Alavés dando la sorpresa y el Barcelona desesperado. Pero la historia, tras el paso por vestuarios, cambió radicalmente. El Barça cambió el chip y empezó a atacar con algo más de cabeza. Y en el minuto 53 llegó el premio. Robert Lewandowski, uno de los futbolistas más discutidos en estas últimas fechas, remató con mucha calidad un centro exquisito de Jules Koundé y puso el 1-1.

Con el empate en el marcador, el encuentro se igualó y se volvió más rocoso. Eso sí, el Barcelona estaba apretando mucho al Alavés y sabía, que tarde o temprano, el conjunto vitoriano iba a acabar cediendo. Y esa cesión llegó pasado en el minuto 70. Rubén Duarte arrolló a Ferran Torres y Busquets Ferrer pitó penalti. Era claro. Lewandowski estaba con confianza y anotó el 2-1 desde los 11 metros.

A pesar del resultado negativo, el Alavés tenía claro que no se iba a rendir tan fácilmente. Los babazorros pusieron en serios apuros al Barça y las tuvieron de todos los colores para intentar empatar, pero la falta de puntería en los metros finales les acabó condenando. Victoria fundamental para el Barça, que se marcha al parón de selecciones como tercer clasificado.