Joao Félix impulsa al Barça y se toma su venganza particular con Simeone

Había muchas expectativas puestas en este partido. Y sobre todo por el morbo que se generó durante toda la semana en torno a la figura de Joao Félix. Y precisamente ha sido el portugués el que ha aparecido en el momento adecuado para darle una victoria capital al Barcelona y tomarse su venganza particular frente a Simeone (1-0)

Choque de estilos en Montjuic. Partidazo grande donde los haya. Como se quiera llamar. Barcelona contra Atlético de Madrid. Azulgranas contra rojiblancos. Un partido de estas características siempre es cautivador para el aficionado al fútbol. Y viendo la situación liguera de ambos más todavía. Un Atlético vistoso y vertical contra un Barcelona resultadista y rácano, sin chicha. Y el ambiente en el Lluís Companys era esplendoroso.

Superado el pitido inicial, el Barcelona salió muy enchufado al duelo. De hecho, las dos primeras llegadas fueron suyas. Y el Atlético miraba atónito y sin entender muy bien qué estaba pasando. Simeone estaba enfadadísimo. Los rojiblancos no estaban logrando imponer su verticalidad y las imprecisiones eran el elemento común en los primeros minutos.

Poco a poco, el duelo se fue calentando. El Barça seguía a lo suyo, llegando con una facilidad que hacía tiempo que no se veía en el Lluís Companys y el Atleti lo intentaba al contraataque, pero no estaba siendo fiel a su estilo. Viendo el desarrollo del encuentro, el aficionado culé no terminaba de entender cómo el partido seguía 0-0. Es un tópico, pero si en el fútbol no aprovechas las que tienes, a la larga te acabará pasando factura.

Sin embargo, en el minuto 29 del primer tiempo, el Barça descorchó la botella de champán. Una bonita combinación entre Gündogan y Raphinha, dejó solo a Joao Félix ante Oblak. El delantero portugués sacó la magia, picó el balón por encima del meta esloveno y sucedió lo que todo el mundo pensaba que iba a pasar. Enrique Cerezo no estará contento. El luso se subió a la valla de detrás de la portería y levantó los brazos al aire, muy al estilo de Jude Bellingham.

El Atlético de Madrid estaba noqueado, desbordado, apático. No sabía dónde meterse. El plan de partido no le estaba saliendo a Simeone. Sí a Xavi. Y así se llegó al intermedio. Victoria momentánea para el Barça y Joao Félix poniéndole morbo al encuentro contra su exequipo, ese al que no quiere volver ni en pintura.

El Barcelona sigue dominando

El conjunto rojiblanco había firmado un pésimo primer tiempo y, tras el descanso, Simeone decidió llevar a cabo un triple cambio y revolucionar el encuentro. Riquelme, Giménez y Nahuel Molina para fuera y Lino, Correa y César Azpilicueta al campo. Lo malo para el Atleti es que el Barça seguía dominando.

Joao Félix estaba haciendo lo que quería con la defensa del Atlético de Madrid. Y, como es lógico, le estaban cosiendo a patadas para intentar neutralizarle. El Barça estaba más cerca del 2-0 que el Atleti del 1-1 y Raphinha estuvo a nada de doblar la renta, pero su disparo se estrelló en el palo de la portería de Jan Oblak.

Viendo que el marcador seguía reflejando el 1-0, el Atlético de Madrid dio un paso adelante y empezó a jugar con más pausa y con sentido. Todavía quedaba tiempo para, al menos, rascar un empate de Montjuic. La ocasión más clara del conjunto rojiblanco salió de las botas de Memphis. El atacante neerlandés tiró una falta perfecta, pero Iñaki Peña se sacó una palomita casillesca. El guardameta alicantino estaba siendo el salvador del Barça.

El conjunto barcelonista estaba perdonando una barbaridad. La última fue de Lewandowski. El polaco se internó en el área y cruzó demasiado el balón. El Atleti lo intentó hasta el final, pidió varios penaltis, pero el partido estaba sentenciado. Victoria importantísima del Barça y paso atrás de los rojiblancos.