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Qatarí que te viTomás Guasch

Maravilloso: tan feliz es el Madrid como el antimadridismo

Estaba la otra parte contratante esperando un partido con lío arbitral de los blancos. No llegaba, era un sinvivir, ¡cómo lo están disfrutando! Muchas gracias al Real por su súper torrija y al Almería por su gran partido

Sí, sí. El post match de este inesperadísimo Real Madrid-Almería está siendo delicioso. Durará meses, además. La alianza colchonero-culé puede acabar con todo. Colgarse a un tiempo X, guasap, las ediciones digitales de un montón de periódicos, los repetidores de radio y televisión, la Telefónica entera. ‘Streamers’ despeinados, estrípers lo mismo…. ¡Jaaaaaaja! Estamos a diez minutos de saber que Negreira no ha existido. O que le pagaba el Madrid. Incluso el de baloncesto.

Estaba la otra parte contratante esperando un partido con lío arbitral de los blancos. No llegaba, era un sinvivir, ¡cómo lo están disfrutando! Muchas gracias al Real por su súper torrija y al Almería por su gran partido. Muchísimo mejor esto que lo esperado: 4-0 y siesta en la segunda parte. Ma-ra-vi-llo-so.

¿Y qué pasó? Pues que el fútbol que servidor rechaza y muchos adoran tiene estas cosas. Minutos y más minutos para tomar decisiones entre árbitro y VAR y la constatación, otra más, que lo de las manos hay que revisarlo sin demora. El penalti que le pitan al Almería es de coña. Como tantísimos. Uno a Militao, en partido con el Sevilla, le costó una Liga al Madrid. Por recordar, digo.

No puede penalizarse que la pelota le dé en la mano a un defensa en lucha con dos rivales: la pelota cae donde la parece, pura Ley de la Gravedad. Lo realmente grave también es que este tipo de acciones se penalicen.

En lo demás, poco que discutir. Árbitro y VAR coinciden en que Vinicius le da con el hombro. Hay quien ve mano. Lo mollar: esta vez sí ofrecieron mil imágenes y en ninguna, ninguna, se aprecia que la pelota impacte en el brazo del brasileño, la zona prohibida. Ante esa evidencia, gol. La risa hubiese sido anularlo.

El tercero de los rojiblancos empieza con manotazo a Bellingham, luego falta. Lo grande fue que el árbitro dejó seguir cuando estaba a dos metros de la acción. Se achicó y pagó las consecuencias: debió anular el tanto que se produjo segundos después con la leña al mono correspondiente.

Dicho lo cual, el Madrid jugó su peor primera parte desde la II Guerra Púnica. Lo hizo todo mal y se fue 0-2 abajo al descanso. El Almería puso al Barça contra las cuerdas, también perdió 3-2 y el último gol lo encajó tras un córner que no existió, y al Girona le debió ganar tranquilamente la pasada jornada. Es un colista atípico pues se maneja mejor ante los de arriba que cuando enfrenta a los de su Liga.

Subido a ese caballo se puso por delante antes del primer minuto y obligó al Madrid a otro de sus números, éste no estaba en el programa del año. Es un equipo cansado, lo que es fatal para las ideas que desembocan en las piernas. Es el precio que paga por el último atracón y por el diseño físico de su temporada. Volar desde marzo tiene el coste de penar en enero y febrero. Este tránsito le esta resultado duro.

Cansado, previsible, el más puro querer y no poder. Su primer remate a puerta fue el penalti del 1-2 y encajó dos goles y medio. En sus últimas apariciones, tarjeta presentable en defensa la mostró frente al Barcelona pues sólo encajó un gol. A base de esfuerzo sin lucidez, más la magia del Bernabéu, fue encontrando portería hasta darle la vuelta a un partido desesperante. Debió encender la caldera de su casa una tarde que nadie esperaba ponerla ni al mínimo.

Felicidad blanca y del antimadridismo, el pack completo. A unos, remontar les pone como nada en este mundo, a los otros rugir así da sentido a su existencia. Y es el fútbol. El único deporte donde el colista puede cargarse al líder. El Almería estuvo cerca. Su esfuerzo y vergüenza torera nos brindó una gran tarde. Eché de menos otra prórroga.