El Barça de Xavi toca fondo y dice adiós a la Liga tras perder en un partido loco ante el Villarreal

Semana negra del Barcelona. El pasado miércoles cayó eliminado de la Copa en San Mamés y, este sábado, el Barça se ha despedido del título de Liga. Este Barcelona-Villarreal–al igual que el que se disputó en La Cerámica–ha sido una montaña rusa de emociones. El equipo de Marcelino se puso 0-2; el Barça remontó; el Villarreal volvió a empatar y, en el tiempo de descuento, perdió un encuentro que deja al conjunto azulgrana muy tocado (3-5).

Por segunda semana consecutiva, al Barça le tocó jugar justo después del partido del Real Madrid. Y los de Xavi–al igual que el pasado domingo–salieron a su partido sabiendo que el equipo de Ancelotti había hecho los deberes. Esa situación, lógicamente, le añadía presión al equipo catalán. Y ese ligero nerviosismo se notó en los primeros compases del duelo frente al Villarreal.

El equipo de Marcelino llevaba la voz cantante del encuentro, pero el Barça esperaba a pesar de su era el que buscaba con más empeño la portería rival. De las botas de Lamine Yamal y Joao Félix salieron las primeras llegadas barcelonistas. En Montjuic se estaba viendo un gran partido de fútbol. El Villarreal controlaba, el Barça buscaba sorprender al espacio... Hasta hubo tiempo para que Munuera Montero le anulara dos goles (algo justos) al conjunto groguet.

Superada la media hora, el Villarreal seguía demostrando que quería ganar el partido. El 'Submarino Amarillo' empezó a avisar con más intención. El gol podía caer en cualquier momento y eso fue exactamente lo que sucedió antes del descanso. Despiste del Barça–fruto de su espesor–, carrera por banda izquierda de Sorloth, pase de cirujano del noruego al área y gran remate de Gerard Moreno para poner el 0-1. Visto lo visto, el tanto del Villarreal era merecido.

El gol de Gerard Moreno le sentó como un jarro de agua fría al Barça. El equipo de Xavi ya estaba dando por bueno el irse al descanso 0-0 y, viendo su pasotismo, el aficionado culé no dudó ni un segundo en mostrar su disconformidad con lo que estaba sucediendo en el Lluís Companys.

El descanso hizo reaccionar a Xavi. Triple cambio para ir a por el empate. Pedri, Cubarsí y Joao Cancelo por Oriol Romeu, Christensen y Héctor Fort. Y en los primeros minutos del segundo acto, el Barça mejoró y asedió el área de Jörgensen. Eso tenía sus riesgos.

Cuando se va al ataque, la defensa suele dejar muchos espacios y, superado el periodo de atosigamiento azulgrana, el Villarreal aprovechó uno de esos huecos para doblar su renta. Ilias Akomach se fue en carrera, regateó a Iñaki Peña y 0-2. El hispano marroquí – excanterano culé – pidió perdón. Ley del ex. Nuevo 'palo' para el equipo de Xavi.

El Barça reacciona; el Villarreal cree

Sin embargo, el ir dos goles por detrás no pareció afectar demasiado al equipo barcelonista. La entrada a Ferran le dio lucidez al equipo de Xavi y seis minutos después del 0-2, Gündogan entró desde segunda línea para disparar con calidad y devolverle algo de esperanza al Barça. Partido abierto.

Para intentar buscar la remontada, el público de Montjuic se vino arriba y se empezaron a escuchar los típicos cánticos de «Barça, Barça» o «Un día de partit» (un día de partido). Y esos ánimos surtieron efecto. El Barcelona estaba asediando el área del Villarreal y Pedri aprovechó un balón suelto para hacer el 2-2. El equipo de Marcelino había tirado por la borda un botín muy valioso. Esta es, precisamente, la gran carencia del equipo castellonense: desaprovechar resultados favorables.

Con el empate del Barcelona, el Villarreal se vino abajo definitivamente. Y tan solo cinco minutos después del gol de Pedri, llegó el 3-2. Lo peor es que el gol se lo marcó el costamarfileño Eric Bailly en propia puerta. Estaba siendo un partido loco y Marcelino decidió agotar las últimas balas que le quedaban para, al menos, sacar un empate. Los amarillos mejoraron, se vinieron arriba y Gonçalo Guedes confirmó el subidón anímico de los groguets. Zurdazo inapelable del delantero portugués para colocar el 3-3.

El final de partido fue agónico. Ambos querían la victoria y el Barça estuvo a punto de verse favorecido por un penalti, pero el VAR se encargó de decirle a Munuera Montero que la mano estaba pegada y que eso no era suficiente como para decretar la pena máxima.

El Villarreal aprovechó la impotencia del Barcelona para dar un nuevo paso adelante y anotar dos goles en el tiempo de descuento para dejar en la cuneta al equipo de Xavi. Sorloth anotó el 3-4 en el 99 y Morales cerró la remontada en el 102. Victoria balsámica para el Villarreal y nuevo batacazo del Barcelona en el campeonato liguero.