El Atlético de Madrid se despista en Almería y sigue con su particular maldición fuera de casa

En esta Liga se están viendo dos versiones diferentes del Atlético de Madrid. En el Metropolitano es un equipo temible al que es muy difícil derribar y lejos del templo rojiblanco se convierte en un conjunto vulnerable y con unos fallos de concentración inadmisibles. Y eso es exactamente lo que le ha sucedido al equipo colchonero en Almería. Los de Simeone se adelantaron por partida doble en el marcador, pero dos despistes en los momentos clave les dejan sin unos tres puntos que hubieran sabido a gloria (2-2).

El Atlético de Madrid aterrizó en Almería sabiendo que necesitaba ganar sí o sí. Enfrente tenía al colista de la Liga. El de este sábado era, sin duda, uno de esos partidos trampa que se le suelen atascar al conjunto colchonero, pero nada más empezar dejó claro que este sábado no iba a pinchar. Y así lo demostró en el 2' de partido. Reinildo se internó hasta la línea de fondo y le dejó en bandeja un gol que Ángel Correa solo tuvo que empujar.

Nadie contaba con un tanto tan tempranero. El Atlético se hizo con el control del encuentro y el Almería empezó a despertar. Quedó claro que encajar tan pronto no le sentó nada mal al equipo de Gaizka Garitano. El ritmo de partido empezó a elevarse y se vio un encuentro con mucho dinamismo e intencionalidad por parte de ambos equipos.

El conjunto indálico estaba avisando. No se iban a rendir y le dejaron claro al Atlético que no iban a ser un partido fácil. Y el Almería anotó el 1-1 en el 27'. Luka Romero, ese futbolista que debutó con el Mallorca con tan solo 15 años, recibió en banda derecha un buen pase de Marc Pubill, avanzó y cuando vio un hueco cargó el disparo para sorprender a Oblak, darle una alegría a la afición almeriense y marcar su primer gol como futbolista profesional.

Con el empate en el marcador, el duelo se volvió a igualar y la velocidad de circulación pasó a ser supersónica. Casi no daba tiempo ni para pestañear. Oda al fútbol en el estadio de los Juegos del Mediterráneo de la ciudad almeriense. El Atlético atacaba y el Almería se la devolvía. La primera parte fue una de las más entretenidas y dinámicas de todo el campeonato liguero.

Tras el paso por vestuarios y pensando en lo que venía por delante, Simeone tomó la decisión de cambiar a Koke y Lino y dio entrada a Rodrigo Riquelme y Marcos Llorente. Piernas frescas para tratar de evitar un nuevo pinchazo en Liga.

La entrada al terreno de juego de Marcos Llorente le vino de lujo al Atlético de Madrid. El centrocampista madrileño le dio esa profundidad que Koke no le estaba dando y el conjunto colchonero ganó metros con muchísima facilidad. Estrategia ganadora por parte del 'Cholo' Simeone.

Y esa profundidad le dio sus frutos al Atleti. Tras una jugada infructuosa del Almería, el conjunto rojiblanco montó el contraataque y Rodrigo de Paul avanzó sin oposición hasta llegar al borde del área y superar a Luis Maximiano para poner el 1-2 en el marcador a favor del cuadro colchonero.

Con el tanto del centrocampista argentino, el Atleti puso fin a ese tramo del partido en el que acumuló más dudas de las esperadas. Y en el caso del Almería... tocaba volver a reaccionar como ya había hecho en el primer acto. Dicho y hecho. Luka Romero estaba firmando el partido de su vida y se sacó de la chistera un golazo estratosférico con el exterior que se coló por la escuadra de Oblak.

Con el 2-2, el partido entró en una fase algo más conservadora. Ni Almería ni Atlético de Madrid querían perder y las faltas tácticas empezaron a aparecer. Eso sí, fue el conjunto del 'Cholo' Simeone el que tuvo más el balón en el área del Almería. Ambos equipos lo intentaron hasta el final, pero no hubo tiempo para más.