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Ramos en su regreso al Santiago BernabéuEFE

Así fue el recibimiento del Bernabéu a Sergio Ramos: gran ovación y algún pito

Casi cuatro años. Eso es lo que llevaba Sergio Ramos sin pisar, como jugador, el césped del Santiago Bernabéu. Concretamente, desde el 1 de marzo de 2020, en un Real Madrid - Barcelona que los blancos se llevaron por dos a cero. Luego llegó la pandemia, el Real Madrid se mudó al estadio Alfredo di Stefano, Ramos se marchó a París un año después y, tras dos temporadas en Francia, volvió al Sevilla. Y el domingo 25 de febrero, 1.456 días después de aquel clásico, como jugador del equipo hispalense, regresó a la que durante tanto tiempo fue su casa.

Ramos salió de titular, y de capitán, en el Sevilla para su visita al feudo blanco. Jesús Navas, a petición de Sergio, le cedió la capitanía para este encuentro. Durante el calentamiento, antes de que comenzara el partido, cuando la megafonía pronunció su nombre, el Bernabéu rompió en una sonora ovación para el que ha sido uno de los mejores defensas de su historia. También cantaron su canción. Él respondió agradeciendo esos aplausos y llevándose la mano al corazón. Todo parecía idílico.

Sin embargo, una vez arrancó el choque la historia cambió ligeramente. Durante los 90 minutos no hay amigos y, cuando Sergio tocaba el balón, se pudo escuchar algún pito. Una hostilidad propia de un partido con muchas cosas en juego, pero que se queda en anecdótica respecto a la ovación y los aplausos que recibió el defensa cuando volvió a pisar el césped del Santiago Bernabéu. Y es que, pese a que las formas de su despedida pudieron no ser las mejores, Sergio ha sido uno de los símbolos de la edad dorada de este siglo del Real Madrid, emblema de la Décima con su gol en el descuento en Lisboa y uno de los mejores defensas que ha visto la voluminosa historia de este deporte.