El Atlético se abona al sufrimiento y consigue un triunfo balsámico ante el Betis en el Metropolitano

Para ganar hay que saber sufrir. Esta frase resume a la perfección lo que le pasa al Atlético de Madrid cuando juega en su estadio. Y en el fútbol no importa el cómo. El caso es que el conjunto rojiblanco consigue sacar adelante sus partidos. Este domingo ha logrado un triunfo que le sabe a gloria. La víctima fue un Betis que se quedó cerca de llevarse un punto, pero Oblak se hizo grande en los momentos clave y dejó los tres puntos en el barrio de San Blas (2-1)

El pasado jueves, el Atlético de Madrid vivió una de sus noches más oscuras de la temporada. El equipo colchonero cuajó un muy mal partido, salió goleado de San Mamés y cayó eliminado en la vuelta de las semifinales de Copa. Y este domingo sabía que tenía una gran oportunidad para reivindicarse en Liga, ante su gente y frente al Betis.

Hacía muchísimo frío en Madrid. Los seis grados de sensación térmica así lo acreditaron. Y el inicio no fue gélido que digamos. Tanto Atlético como Betis salieron a por el encuentro y las ocasiones no tardaron en llegar. La primera la tuvo Rodrigo de Paul en el 4'. La oportunidad del argentino fue la antesala de lo que iba a suceder más adelante.

Llorente intentó buscar a De Paul en el 7', pero el pase del madrileño fue demasiado fuerte. El Atlético estaba avisando. Y un minuto después, sonó la mítica canción The Concert compuesta por Seven Nation Army. Es decir, gol del Atlético pero... ¡en propia de Rui Silva! Después de una jugada un tanto extraña y un remate de Hermoso, el guardameta luso no estuvo rápido y no pudo evitar el 1-0 colchonero.

La defensa del Betis estaba nerviosísima. Y el Atlético aprovechó esa situación para seguir haciendo daño. El equipo de Simeone estaba jugando a su antojo y el Betis no veía la forma de sorprender a la zaga rojiblanca. El 2-0 se vislumbraba mucho más que el 1-1.

En un nuevo despiste defensivo del Betis, Morata se quedó solo y fue derribado por Rui Silva. Soto Grado decretó la pena máxima y el '19' cogió el balón. Se le veía algo nervioso. Y eso es justo lo que no se debe hacer desde los once metros. ¿Resultado? Morata falló el penalti gracias a un paradón fantástico de Rui Silva y en los innumerables rechaces el portugués se hizo enorme y salvó el gol.

El Atlético no se vino abajo y siguió confiando en sus posibilidades. Los colchoneros no le estaban dejando hacer nada a los de Pellegrini y los aficionados no lograban entender cómo el marcador seguía reflejando ese 1-0.

Justo antes del descanso, Morata consiguió resarcirse. El Atleti botó un córner desde la derecha, la defensa verdiblanca despejó mal, el balón le quedó a De Paul y el rechace lo aprovechó Morata para poner el 2-0 y dejar el encuentro prácticamente sentenciado.

El Betis se viene arriba

Tras el descanso, Manuel Pellegrini era consciente de que el 2-0 no le valía al Betis y decidió llevar a cabo una doble modificación para darle algo de frescura en la circulación de balón desde el centro del campo. Guido Rodríguez y William Carvalho al césped y Marc Roca y Rodri Sánchez al banquillo.

El conjunto bético salió mucho mejor en la segunda parte. Empezó a crecer con balón y llevó a cabo un dominio posicional bastante claro. Jugando así, el 2-1 estaba mucho más cerca. Y ese gol llegó en el 62' del encuentro. William Carvalho se vio con confianza y sin pensárselo dos veces cargó la pierna para marcar uno de esos goles que se pueden fotografiar y poner en un museo para que la gente lo contemple asombrado.

El encajar ese 2-1 no le hizo ni pizca de gracia a Simeone. Al Atlético le volvía a suceder lo que normalmente le pasa cuando consigue marcar más de un gol en el primer tiempo. Exceso de relajación y el rival aprieta. El duelo no estaba para nada cerrado y el Betis se fue en busca del 2-2. El Atlético empezó a agonizar.

Pasado el 70', llegó el momento de Oblak. El meta esloveno se hizo enorme y sostuvo al Atlético con sus maravillosas intervenciones. Por mucho que el Betis lo intentara... el bueno de Jan les iba a negar el 2-2. Esto es lo que mejor está haciendo el esloveno en la presente campaña.

Se empezaron a escuchar algunos pitos en las gradas del Cívitas Metropolitano. El respetable colchonero no estaba nada contento con la actuación de su equipo en el segundo acto y empezaron a ver peligrar un triunfo que sabría a gloria. Pero el Atlético aguantó bien y consiguió uno de esos triunfos que marcan una temporada.