La estrategia empresarial del Real Madrid impone su radar en Europa
El club español desafía a la Premier y al PSG con una política muy seria de futuro: romper el despilfarro inglés y francés con fichajes de jóvenes talentos que crecen como jugadores en la casa blanca
Garnacho (United), Giménez (Feyenoord) y otros futbolistas coquetean con el Madrid para formar parte de esa planificación
Toda Europa analiza la filosofía de trabajo del Real Madrid. Los dirigentes de los clubes más importantes del Viejo Continente valoran una política de construcción de equipo que implica que muchos futbolistas quieran formar parte de la plantilla blanca. El rendimiento de jóvenes como Valverde, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Tchouaméni y Brahim es un espejo para muchos profesionales que observan cómo un club que está obligado siempre a ganar otorga sitio y oportunidades a los talentos de 18 y 20 años.
Florentino Pérez y sus ayudantes han planificado el plantel madridista para un periodo mínimo de un lustro y son los mejores en la creación de una idea a la que añaden jugadores importantes cada temporada. Un plan avanzado que va por delante de otras muchas entidades y que cuenta con otros hombres en su lista para que formen parte del proyecto dentro de uno, dos y tres años. Luego podrán venir o no, a expensas de las posibilidades de mercado, pero todos saben que si el Real Madrid les quiere hará todo lo posible para que lleguen a la casa del Bernabéu. Endrick, Alphonso Davies y Leny Yoro son los últimos ejemplos de esa estrategia de captación.
El éxito de esa planificación es evidente. Desde que Florentino Pérez regresó a la presidencia hace tres lustros dejó patente una filosofía que ha triunfado en toda Europa como un frente de oposición a la Premier y su despilfarro de dinero. De hecho, los clubes ingleses quisieron entonces que el Real Madrid entrara en su juego y se integrara en esa pelea del mercado internacional a fuerza de gastar y gastar en fichajes caros. Pérez rechazó con claridad esa forma de actuación. No estaba dispuesto a tirar el dinero y pagar 80 millones por cualquier jugador de medio pelo. La Premier está llena de contrataciones estratosféricas que después han sido un fracaso. Antony, delantero brasileño por el que el United pagó 95 millones al Ajax, es el último exponente de una lista de derroches sin sentido.
Fichar a los mejores jóvenes del mundo
El dirigente madridista se enfrentó a ese dispendio generalizado. Forjó una estrategia, junto a José Ángel Sánchez, para luchar contra esa locura. Ideó una política de formación de plantilla basada en la contratación de los mejores jóvenes del mundo. Y lo plasmó con hechos.
Valverde fue su primer golpe sobre la mesa. El Real Madrid pagó cinco millones, cinco, por un uruguayo menor de edad que se ha transformado en titular fijo de la escuadra blanca y que Klopp siempre quiso en su Liverpool. Llegaron a ofrecer cien millones por un Pajarito que ahora es un Halcón que ha renovado dos veces por el Real Madrid y que seguirá en Valdebebas toda su vida, hasta 2029.
Siete jóvenes sobre el tapete
Tras Valverde llegaron Militao, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Tchouaméni, Bellingham y el regreso a casa de Brahim. Inyecciones de savia nueva para la defensa, el centro del campo y la delantera. El resultado de ese acierto es palpable. El PSG ofrece hoy 150 millones por Vinicius. Camavinga y Rodrygo cuestan cien en la bolsa del mercado internacional. Ningún jugador joven del Real Madrid vale hoy menos de 80 millones. El precio de Bellingham es incalculable al cabo de ocho meses vestido de blanco. El triunfo de esta seriedad de funcionamiento es que ninguno quiere irse de la empresa futbolística mejor gestionada del planeta.
La victoria de esta idiosincrasia empresarial es un tortazo en la cara de la Premier y del PSG, que derrochan el dinero periódicamente, demasiadas veces sin ton ni son. Es una gestión, la madridista, elogiada en el orbe del fútbol, desde presidentes a entrenadores, pasando por los exfutbolistas de todos los grandes países del balompié internacional. Porque Pérez ha conseguido crear una plantilla de presente y de futuro para mucho tiempo. El factor culminante, determinante, decisivo, es que, frente a las ofertas de la Premier, todos los futbolistas jóvenes de Europa quieren venir al Real Madrid.
Porque ven que en el Bernabéu se triunfa gracias a una política muy seria de saber lo que se quiere. La dirección deportiva madridista sabe muy bien lo que desea, dentro de una línea muy recta de actuación que ningún resultado trastoca. Y eso es un problema para los equipos ingleses, para el Bayern y para el Paris Saint-Germain, que ven como los muchachos de talento miran al Real Madrid en cuanto escuchan que pueden estar en la órbita de los ojeadores controlados por Juni Calafat.
Ahora, Mbappé, Endrick, Davies y Yoro
Esa dirección recta, inequívoca, inamovible, que rige los movimientos de la casa blanca es tan alabada como envidiada por muchos clubes continentales, que observan cómo los jóvenes más cotizados continúan llegando al Real Madrid para rematar un plantel con una visión de futuro que se extiende a una década. Mbappé es la inminente guinda de un pastel que piensa añadir a Alphonso Davies y Leny Yoro como nuevos refuerzos en la retaguardia. Y Endrick, el ariete de 17 años deseado por todos los grandes de Europa, ya está fichado por «el Real». El chaval brasileño es el último ejemplo del éxito de ese plan estratégico. Los jóvenes quieren irse a la casa blanca aunque el PSG y los clubes ingleses les ofrezcan más dinero.
Es una filosofía que ha calado en el fútbol mundial de tal manera que los talentos veinteañeros eligen el Real Madrid antes que la Premier.
El Real Madrid capta poderío físico y magia
Los dirigentes de los equipos continentales analizan que el Real Madrid ficha juventud con mucho poder físico y talento. La dirección deportiva blanca ha pergeñado una política que se basa en el cambio que ha revolucionado este deporte. Hoy, la potencia y la resistencia son fundamentales para ganar al máximo nivel. Y ese es el campamento base de las contrataciones del club madrileño.
Un campamento base que rige todos los movimientos de la empresa Real Madrid. Un trabajo que mira a largo plazo. Todo está delineado para la captación de talentos que se sumen al reto ganador en el próximo trienio. Mientras muchos equipos no saben ni a quién podrán fichar este verano, la entidad del Bernabéu tiene a Mbappé, Endrick, Davies y Yoro como epicentros de la próxima campaña. Y su radar ya ha lanzado las redes para el futuro.
Alexander-Arnold, Musiala, Haaland, Achraf, en el radar
Estos cuatro futbolistas saben ya que el Real Madrid los tiene en su órbita. Después, las posibilidades de mercado permitirán o no conseguirlos. Pero ellos conocen que están en la lista.
Lateral derecho de enorme eficacia ofensiva, Trent Alexander-Arnold gusta en la casa blanca desde hace bastante tiempo. Acaba contrato con el Liverpool dentro de un año. Los ingleses pretenden renovarle. Pero el defensa no les ha dado buenas sensaciones. Si él elige el Real Madrid, vendrá.
Jugar de nuevo con su amigo Bellingham
Haaland siempre ha estado en la órbita madridista. El recordado Mino Raiola le traspasó al City con una cláusula interna que dictaba que podría marcharse traspasado en 2025 o 2026 por 175 millones. Era, es, una «cláusula Real Madrid».
El noruego tiene contrato hasta 2027 y el campeón de Europa vigente le quiere renovar. Si lo hiciera, la señora Rafaela Pimenta, sucesora de Raiola en esa agencia de representación, mantendrá esa cláusula. Primero, por una cuestión empresarial favorable a su futbolista estelar. Segundo, porque Erling está tentado desde hace años por militar en el Real Madrid. Y tercero, porque es un gran amigo de Bellingham, al que elogia habitualmente en las redes sociales por sus golazos en el conjunto blanco, y le gustaría volver a jugar a su lado. Los dos triunfaron en el Borussia Dortmund y para el nórdico sería maravilloso hacer su carrera juntos en el equipo más laureado con el fin de protagonizar las nuevas páginas de esa leyenda.
Jamal Musiala y Achraf Hakimi también están en el telescopio de la casa blanca. El centrocampista del Bayern, de padre nigeriano y madre alemana, cumple todos los requisitos de la filosofía reinante en Valdebebas. Solo tiene 21 años y su progresión es meteórica. Internacional con la selección germana, suma doce goles y siete asistencias en treinta encuentros con el conjunto bávaro.
«Bambi» acaba contrato en 2026
Apodado «Bambi» por sus compañeros, Musiala destaca por su eficacia ofensiva en la construcción de juego, en el último pase y en el remate. Su valor de mercado alcanza ya los cien millones. Finaliza contrato en 2026 y es ese el factor decisivo de su situación. Tiene la sartén por el mango.
El Bayern está preocupado porque sabe que interesa al Real Madrid y a los transatlánticos de la Premier, pero teme especialmente al club español por esa atracción irrefrenable de los jóvenes a marcharse a un equipo que posee un aura que les embelesa, un escudo histórico que les otorga el máximo prestigio internacional, un lugar donde se les da cabida y triunfan. El éxito de Toni Kroos es un referente para los alemanes.
El hecho de tener solo dos años más de ficha es un peligro palpable para el Bayern, que ya cometió un error gravísimo al no valorar a Kroos. Los directivos del club muniqués reconocen que su mayor objetivo en la actualidad es conseguir como sea la renovación de Jamal. Y la tentación del Real Madrid es tan grande como sus tentáculos.
Achraf Hakimi es un caso especial. Se marchó del Real Madrid porque Carvajal le tapaba su evolución. Fue traspasado al Inter por 45 millones. Fichado posteriormente por el PSG, el marroquí no ha escondido nunca su anhelo de volver a la casa donde se formó y creció. Le gustaría compartir su futuro al lado de su amigo Mbappé. Achraf finaliza su relación con el París Saint-Germain en 2027 y desea cumplir su sueño de militar en el Real Madrid.
Garnacho y Giménez, madridistas confesos
Ese sueño lo expresa sin tapujos el joven argentino Alejandro Garnacho, delantero del Manchester United. Nacionalizado también español, Garnacho es un extremo rápido y de buen pase que solo tiene 19 años. Criado en Madrid, empezó en la escuela municipal de fútbol de Arroyomolinos. Después perteneció al Getafe y al Atlético, hasta que en 2020 se marchó a la academia juvenil del United. Su progresión es vigilada por la dirección deportiva madridista.
Santiago Tomás Giménez, argentino, nacionalizado mexicano, también está en el radar blanco. Ariete puro, nato, su evolución en el Feyenoord es importante. La temporada pasada anotó 15 tantos en 32 partidos. En la actual suma 24 goles en 31 encuentros. Su padre, Christian Giménez, afirma que interesa al Real Madrid y a conjuntos de la Premier y de la Bundesliga. Específica incluso que la casa blanca desea que su hijo realice «un paso intermedio» a otro equipo, para confirmar su rendimiento, y no dar el salto directamente a la plantilla madridista.
Lleguen o no al Real Madrid, los deseos Garnacho y Giménez son otros dos ejemplos de la filosofía exitosa de Florentino Pérez. Los jóvenes talentos de todo el mundo miran a la entidad madridista como el club idóneo para triunfar.