Real Madrid 4-1 Espanyol
El Real Madrid despierta gracias a su glorioso ADN y le endosa un póker de goles al Espanyol
El equipo de Ancelotti levantó un 0-1 adverso gracias a una gran segunda parte en la que Carvajal, Rodrygo, Vinicius y Mbappé marcaron y le dieron la tercera victoria del curso en el Bernabéu al conjunto blanco
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En el fútbol lo más importante es la victoria y da igual cómo se consiga. Y esto es lo que viene haciendo el Real Madrid en este inicio de Liga. No juega de maravilla, pero gana. Y este sábado lo ha vuelto a demostrar. El equipo de Ancelotti levantó un 0-1 adverso gracias a una gran segunda parte en la que Carvajal, Rodrygo, Vinicius y Mbappé marcaron y le dieron la tercera victoria del curso en el Bernabéu (4-1).
El Real Madrid sabía que no podía volver a pinchar en Liga y se tomó el partido frente al Espanyol como una nueva oportunidad para seguir invicto en el Bernabéu, un estadio en el que se tiene que hacer fuerte y en el que no vale otra cosa que la victoria. Ancelotti era consciente de ello y en los primeros minutos del encuentro se vio a un muy buen Madrid. Los blancos arrancaron con confianza y tardaron muy poco en llegar a la portería defendida por Joan García.
El duelo se estaba jugando en un solo área. El Madrid llevó a cabo esa versión rock and roll que había vaticinado Carletto a través de un fútbol vertical e incisivo con el que tratar de sorprender a la zaga perica y buscar el primer gol del partido lo antes posible. El problema para el conjunto blanco se llamaba Joan García. El meta perico estaba demostrando por qué el Arsenal llegó a ofrecer 20 millones por él en el pasado mercado estival.
El Madrid tenía muy claro que no se debía de desesperar. Las llegadas al área perica eran constantes. Era un monólogo madridista. Pero había que probar cosas distintas. El equipo blanco estaba siendo muy previsible y con ese estilo de juego el Espanyol se sentía cómodo. El Hilali y Carlos Romero tenían más o menos controlados a Rodrygo y a Arda Güler, los grandes agitadores blancos.
La sensación de peligro era incesante. Y el madridismo se vino arriba para animar a los suyos y para guiarles hacia la senda del gol. La grada de animación empezó a ejercer la función de jugador 12, algo fundamental en el fútbol para dar un empuje extra al equipo cuando no hay forma de encontrar el gol. Así se llegó al descanso. Un Madrid dominador, pero con la pólvora seca.
Cuatro minutos de locura
El 0-0 no le valía al Real Madrid porque este tipo de partidos son los que, a la larga, deciden ligas. Y el equipo de Ancelotti no estaba por la labor de ceder otros dos puntos más en su lucha por el liderato. Para tratar de evitar su tercer pinchazo en seis partidos, el conjunto blanco se fue a por todas.
Sin embargo, el ir al ataque hizo que la defensa quedase descubierta y el Espanyol aprovechó el pasillo que dejó la zaga madridista para que Jofre Carreras (con ayuda de Courtois, todo sea dicho) hiciera el 0-1 y desatara la locura de los centenares de aficionados pericos presentes en el Bernabéu, que se pusieron a entonar el «Sí, se puede».
La alegría le duró muy poco al Espanyol. Porque a los cuatro minutos, y guiado por el rugido del Bernabéu, Dani Carvajal anotó el tanto del empate. Joan García se comió por debajo de las piernas un tiro de Bellingham y el rebote le cayó al lateral derecho, que remató libre de marca. El madridismo pasó de la decepción al éxtasis en tan solo 240 segundos. El fútbol es tan bonito por estas cosas.
El empatar tan pronto le dio alas al Real Madrid y provocó el enfado morrocotudo de un Manolo González, entrenador del conjunto perico, que no estaba muy descontento con la forma de defender de su equipo. Al cuadro perico sólo le quedaba aguantar poco más de 25 minutos para, al menos, sacar un punto del coliseo de Chamartín.
El Madrid volvió a asediar la portería de Joan García y el meta catalán encendió al Bernabéu por sus constantes pérdidas de tiempo. Tarde o temprano, el cancerbero iba a acabar viendo la cartulina amarilla. Dicho y hecho. La vio en el minuto 73 del segundo acto y poco después llegó el gol de la remontada de Rodrygo. El brasileño estuvo atento y remató libre de marca un buen pase de Vinicius desde la izquierda.
El gol de la remontada desnortó al Espanyol y tres minutos después del 2-1, Vinicius se encargó de poner su firma con el tercer tanto del encuentro. Cuanto más herido está, más peligroso es el Real Madrid. Y eso lo sabe cualquier equipo de la liga española. En este caso, el damnificado fue el cuadro perico, que había visto cómo su esfuerzo se había ido al traste en 20 minutos. Pero al Real Madrid no se le puede dejar vivo porque a la mínima te mata.
Para redondear una noche perfecta, faltaba Kylian Mbappé por sumarse a la fiesta. El francés lo intentó de todas las maneras, formas y estilos, pero en el momento de la verdad no estuvo todo lo certero que el Madrid hubiera deseado. Sin embargo, Munuera Montero le dio la oportunidad y el francés pudo poner el broche final con su gol desde los once metros. Fin de fiesta perfecto. Y tercera victoria del curso del Madrid en Chamartín. Eso sí, resultado engañoso. Todo hay que decirlo.
Ficha técnica
1- Espanyol: Joan García; Tejero (Cardona, 75'), El Hilali, Kumbulla, Cabrera, Carlos Romero; Jofre Carreras (Aguado, 75'), Kral, Pol Lozano (José Gragera, 67'); Cheddira (Véliz, 46') y Puado (Pere Milla, 80').
Goles: 0-1 Courtois p.p (54'); 1-1 Carvajal (58'); 2-1 Rodrygo (75'); 3-1 Vinicius (78'); 4-1 Mbappé (90')
Árbitro: Munuera Montero (comité andaluz). Amonestó a los locales Mbappé (32'), Valverde (61'), Bellingham (81') y Vinicius (82') y a los visitantes Pol Lozano (10'), Joan García (73') y Carlos Romero (88')
Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu (Madrid)