¿Qué pasa con los ligamentos cruzados en el Real Madrid?: la tortura blanca que no cesa

el ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más graves que puede sufrir un jugador de fútbol profesional y esta dolencia, por desgracia, está empezando a ser muy frecuente si uno de esos futbolistas lleva puesta la camiseta del Real Madrid.

No es la primera vez que el conjunto blanco sufre una lesión de este tipo. Sin ir más lejos, la temporada pasada Thibaut Courtois, Eder Militao y David Alaba tuvieron que ser intervenidos por esta grave lesión. Lo 'bueno' es que el Madrid se supo adaptar a las circunstancias y Ancelotti encontró soluciones que le acabaron sirviendo para ganar dos títulos importantes como son la Liga y la Champions. Pero, a fin de cuentas, la mente de los futbolistas estaba en la enfermería, ese lugar que nadie quiere pisar.

En el club blanco lo asumieron y tiraron hacia adelante con el objetivo de no tener que volver a lamentar una dolencia de este tipo. Sin embargo, la mala suerte se ha vuelto a cebar con el Real Madrid y en apenas unos meses otros tres futbolistas han vuelto a sufrir esta lesión. Este año, Joan Martínez, Dani Carvajal y Eder Militao (otra vez) han sido víctimas de esta terrible lesión.

Es por eso que el madridismo ha empezado a preguntarse lo siguiente: ¿Qué pasa con los ligamentos cruzados en el Real Madrid? Porque esto, por desgracia, ya se está empezando a convertirse en costumbre y parece que solo afecta al Real Madrid. En ese sentido, son varios los factores que pueden influir en este tipo de lesiones.

La primera cuestión tiene que ver, lógicamente, con la gran cantidad de partidos que disputan los futbolistas y el poco tiempo de descanso del que disponen entre una competición y otra. En el fútbol actual, el descanso se antoja como algo vital, pero hay tantos partidos a lo largo del año (entre clubes y selecciones) que los jugadores no pueden descansar todo lo que ellos quisieran. Esto es prácticamente imposible porque cada año se juegan más partidos.

La culpa de esto lo tienen los estamentos deportivos. La UEFA y la FIFA están tan obcecados con la posibilidad de meter más partidos e inventarse más competiciones que se llega a un punto en el que los protagonistas de todo esto, que son los futbolistas, pasan a un segundo plano y se mira más por el dinero que por el espectáculo en sí.

Lo de los cruzados es una tortura que no cesa. Y al Real Madrid no le va a quedar otra que acudir al mercado de invierno después de cinco años. Ahora mismo, Antonio Rüdiger, Jesús Vallejo y Raúl Asencio son los únicos centrales sanos y el conjunto blanco necesita sí o sí traer uno o dos jugadores en este puesto. Y luego está la decisión del lateral derecho porque con Lucas Vázquez queda claro que no da (estará un mes fuera) para lo que resta de temporada.

Hasta hace no mucho, Carlo Ancelotti era partidario de tirar con lo que había. Pero dadas las circunstancias, el italiano cambió el discurso y este mismo sábado reconoció que evaluarán si acuden al mercado o si optan por tirar de jugadores de la cantera para cubrir las bajas por lesión.

La temporada pasada, Ancelotti se las apañó con lo que había, pero este año es inevitable mirar al mercado. En un 2024 en el que el conjunto blanco va a disputar un total de siete competiciones, rotar lo máximo posible se antoja como algo estrictamente necesario. Por eso mismo, el Madrid tiene que acudir con urgencia al mercado invernal. En estos dos últimos años, ha sido el club más damnificado por este tipo de lesiones.

En ese aspecto, al Madrid se le abren varios frentes. Para la posición de central, el mejor posicionado es Castello Lukeba, francés de 21 años que se caracteriza por ser rápido, fuerte al corte y con una potencia física descomunal. Y para el lateral derecho, el club blanco deberá sopesar si se gasta dinero en Alexander-Arnold (podría llegar a cambio de 40 millones) o si se le da la oportunidad a Jesús Fortea, que viene pisando fuerte desde La Fábrica.