El Atlético remonta justo a tiempo y le regala un triunfo especial a Simeone

Costó más de lo esperado. En algunos momentos, se llegó a asumir que la primera derrota de la temporada iba a producirse. Sin embargo, en apenas 10 minutos se pasó de la tristeza a la alegría. Los colchoneros despertaron en la segunda mitad y lograron levantar un partido que se les había puesto cuesta arriba gracias a los goles de Griezmann y Sorloth (2-1).

El de este sábado era un día vital para el Atlético de Madrid. Diego Simeone celebraba el haber llegado a los 700 partidos como técnico colchonero y había que ganar fuera como fuera. Enfrente estaba el Deportivo Alavés, un rival que nunca había conseguido ganar al Atleti en el Metropolitano. Por lo tanto, había un optimismo moderado de cara a este partido.

Sin embargo, se pasó de la ilusión a la decepción en apenas cinco minutos. Carlos Vicente se acercó con mucho peligro al área colchonera y sacó un centro lateral que tocó en la mano de Javi Galán. García Verdura vio la infracción y señaló la pena máxima. El encargado de transformarla fue Jon Guridi, que engañó a Jan Oblak, y el feudo colchonero se quedó enmudecido.

La tarde empezaba del revés para el Atleti. Nunca es bueno ver cómo tu rival se adelanta tan pronto. Y mucho menos si ese oponente es el Alavés, un equipo con una gran fortaleza defensiva que sabe aguantar el resultado. Los pupilos de Luis García-Plaza estaban siendo los claros dominadores del encuentro.

El Atlético empezó mal y esa sensación se fue confirmando con el paso de los minutos. Los rojiblancos estaban teniendo muchos problemas en la construcción del juego y el público se empezó a impacientar. No estaban encontrando la forma de poner en apuros a la zaga vitoriana, que neutralizaba absolutamente todo. Partidazo el que estaban cuajando Abqar y compañía.

Superada la media hora del primer acto, el Atleti empezó a atacar con algo más de sentido, pero o bien fallaba en el último pase o se encontraba con un Antonio Sivera sublime. El guardameta del Alavés estaba inconmensurable. Y así se llegó al descanso. Saltaba la sorpresa en el Metropolitano.

Reacción obligada

Tras el paso por vestuarios, el Atlético de Madrid sabía que necesita reaccionar y Simeone decidió introducir dos cambios. Javi Galán y Marcos Llorente se quedaron en la caseta y Sorloth y Giuliano entraron al terreno de juego para darle algo más de energía y centímetros al ataque rojiblanco.

El cuadro colchonero se hizo rápidamente con el balón y la grada empezó a animar a sus futbolistas. Ese 0-1 no le valía al Atleti y había que reaccionar lo antes posible con el objetivo de evitar una derrota dolorosa que les dejara sin depender de sí mismos para mantener la tercera posición.

El tiempo pasaba y el Atlético seguía sin estar fino en ese último pase que les acercara a la portería de Sivera. Para tratar de mejorar eso, el 'Cholo' introdujo a Julián Álvarez con el objetivo de tener más claridad ofensivo y poco después al argentino Rodrigo De Paul. El técnico bonaerense puso toda la carne en el asador.

Para sorprender a la zaga vitoriana, el Atlético necesitaba algo distinto. El ataque era demasiado previsible y en ese plan el Alavés se sentía como pez en el agua. Sin embargo, en una jugada un tanto extraña, García Verdura vio una mano de Abqar y le dio la oportunidad al Atleti de empatar el duelo desde el punto de penalti. Griezmann definió con fuerza y técnica y superó a Sivera.

El coliseo rojiblanco se vino arriba. Restaban algo más de 15 minutos y el objetivo del Atleti debía de ser que al Alavés se le hiciera eterna esta recta final. Tras el gol de Griezmann, el cuadro colchonero se vino arriba y en el 86' de partido, De Paul levantó el periscopio y le filtró un pase sensacional a Sorloth, que definió al palo corto de Sivera para desatar la locura en el Metropolitano. Ese tanto desnortó al Alavés y no pudo hacer nada para evitar la derrota. Otros tres puntos en casa del Atleti, que celebró los 700 partidos de Simeone con un +3 en su casillero.