Xavi y Flick, dos realidades idénticas: mismos puntos y sensaciones cada vez más parecidas
A pesar de un arranque esperanzador, el Barça se ha ido diluyendo y ha pasado de ser una máquina perfecta a un equipo que se ha vuelto a dar de bruces con la realidad
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El fichaje de Hansi Flick por el Barcelona generó mucha ilusión. El conjunto azulgrana venía de darse un golpe de realidad con Xavi y todo indicaba que el alemán le iba a cambiar la cara al Barça y que se iba a pasar de la tristeza a la felicidad.
Flick había ganado absolutamente todo con el Bayern y, de forma automática, se pensó que con la plantilla que tenía el Barça el alemán iba a ser capaz de replicar el paso glorioso que tuvo por Múnich.
Barcelona 0-1 Leganés
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El arranque fue francamente bueno. En sus siete primeros partidos, el Barça de Flick ganó absolutamente todo y se empezó a pensar que el paso del conjunto culé por la Liga iba a ser triunfal. Lograron 21 puntos de 21 posibles, marcaron 25 goles y tan solo encajaron nueve. En ese tramo, Robert Lewandowski y Raphinha marcaban casi todo lo que tocaban y el barcelonismo se ilusionó a lo grande. Nadie en el club azulgrana se acordaba de Xavi y los jugadores aprovecharon ese buen comienzo para lanzarle dardos a su ex entrenador cada vez que tenían la oportunidad.
El Barça se había transformado en un equipo muy fiable y los culés tenían motivos más que de sobra para soñar en grande. De agosto a octubre, el conjunto azulgrana estaba intratable. La contundente victoria por 0-4 ante el Real Madrid no hizo más que confirmar lo que se venía viendo. El Barça de Flick se había convertido en una máquina diseñada, única y exclusivamente, para ganar casi por sistema.
Sin embargo, fue llegar noviembre y todo saltó por los aires. La derrota frente a la Real Sociedad dejó tocado al Barça y del optimismo se pasó a las primeras dudas. El empate ante el Celta (2-2) agravó el asunto y la derrota en casa frente a la UD Las Palmas sentó como un jarro de agua fría. Noviembre había sido un mes «de mierda» como aseguró Flick en una rueda de prensa y el alemán pasó página para afrontar el último mes del año con plenas garantías.
La goleada ante el Mallorca (1-5) sirvió para calmar los ánimos, pero el fin de semana del puente de diciembre, el Barça se volvió a dejar puntos por el camino ante el Betis. Después del empate liguero frente a los béticos, llegó la victoria en Champions ante el Dortmund (2-3) y los culés volvieron a confiar. Llegaron al duelo frente al Leganés sabiendo que el Madrid había pinchado en Vallecas y que una victoria les serviría para meterle algo de distancia al conjunto blanco y depender de sí mismos para proclamarse campeones de invierno (algo simbólico, pero no definitivo).
El problema es que el Leganés le dejó las cosas claras (le pintó la cara, en tono coloquial). Los de Hansi Flick pagaron caro su exceso de relajación y se dieron de bruces contra los pepineros. Y esa cuarta derrota de la temporada ha llevado a los más críticos a sacar la hemeroteca.
A estas alturas de la película, Xavi había conseguido los mismos puntos que Flick y se ha empezado a afirmar que el egarense y el alemán son dos realidades idénticas, ya que las sensaciones sobre el terreno de juego también son parecidas. Al Barça sigue teniendo los mismos problemas que con Xavi: sistema defensivo inestable y dificultad para ganar a rivales teóricamente inferiores.
La única diferencia entre Xavi y Flick es que cada vez que han venido mal dadas, el alemán ha aceptado los fallos, no ha puesto excusas como sí hacía el técnico catalán y ha sido el primero en reconocer que ciertos partidos se pudieron haber planteado mucho mejor. Para dejarlo más claro: Flick sí es autocrítico.
Y para poner en contexto que el 'efecto Flick' se está deshinchando, solo hay que comprobar que en la 22/23, el Barça de Xavi tenía nueve puntos más. Por lo tanto, se puede afirmar que la vida en Barcelona sigue igual, algo que Joan Laporta no quiere asumir. La derrota ante el Leganés ha dolido (y mucho) al barcelonismo y fue histórica, ya que por primera vez en 34 encuentros como local se quedó sin marcar gol.