El City B estuvo mejor que el A en el Bernabéu
Aquel Girona fue líder de la última Liga mucho tiempo y acabó metiéndose en la Champions. Pero en verano vendió a varios de sus mejores futbolistas, el Pichichi Dovbyk entre ellos
En la mejor versión de la historia del Girona tuvo mucho que ver la tutela del City. Una de sus piezas clave fue Pere, el hermano de Guardiola Pep. También está -en la familia, no en el City- la hermana Francesca, la Paquita de toda la vida. Fue embajadora de Cataluña en Copenhague, creo recordar. Un grupo bien formado y triunfador.
Aquel Girona fue líder de la última Liga mucho tiempo y acabó metiéndose en la Champions. Pero en verano vendió a varios de sus mejores futbolistas, el Pichichi Dobvyk entre ellos. Y lo que vino no llega a la altura del zapato de lo que se fue. Su mejor versión no compitió en Europa y no fue raro que le eliminaran a la primera. Que le quiten lo 'bailao', por supuesto.
El Girona de hoy se plantó en el Bernabéu y como City B quedó mejor que el A. Palmó por la misma diferencia, dos goles, pero estuvo más en el partido. No diré que amenazante, pues en la segunda parte tiró una vez a puerta, pero no perdió desde el minuto 4 y hubo que esperar al 41 para que Modric abriera el marcador con uno de sus mejores golazos. Y hasta el 83 a que Vinicius lo cerrara. Vinicius pudo salir Pichichi del campeonato, y máximo asistente mundial, pero tuvo el día tonto en el área. No dio nunca con el pase gol, lo que hizo con él Mbappé en el 2-0.
El partido Madrid-City A pudo acabar en el descanso por inferioridad manifiesta del visitante. Este, no. El B fabricó tres buenas ocasiones de gol con 0-0. De haber acertado pongamos que una hubiese puesto al Madrid en algún problema. Cosa que el A no hizo ni en la ida ni en la vuelta de aquella eliminatoria.
El Madrid afrontaba un partido de entreguerras y se lo tomó como era de esperar: al trote. Y con el rival bien cerrado, admitió picar piedra hasta que alguien prendiera la luz. Fue Luka, ya digo. La resaca de la Copa de Europa y la visita a Anoeta, semifinal de Copa, estaban presentes en esta Liga tan molesta para él que le obliga a ganar partidos aunque le incordie: ya que estamos... El partido con el Girona será como el del Betis el sábado, antes del primero de octavos: no corras que es peor.
Lo mejor de su tarde fue que por fin descansó Valverde, lo que llevó a confundirse a la afición. Ver al Madrid sin él es como si saliera de azulgrana y/o rojiblanco, una cosa extraña. Ceballos y Rüdiger estiraron las piernas nada más, especialmente gracioso lo del alemán: Carletto no se fía y le hizo entrar para defender un córner con dos de ventaja en el marcador. Naturalmente, se situó y despejó el centro con su mayestática cabeza.
Después de 434 días fue titular Alaba y estuvo bien: no se descarta verle levantar su euro silla, desde luego. También descansó Bellingham, primero de los dos partidos de sanción en Liga. También faltará en la euro ida con el Atleti. ¿El árbitro? Pues no estuvo mal esta tarde con detalle tremendo: el Madrid cometió una falta, una nada más. Sí, sí. Una falta y ninguno de sus jugadores fue amonestado. ¿Quién habla de persecución?
Al arbitraje le ayuda pues que el Madrid no haga faltas o similares, recuerden el penalti de Camavinga en Pamplona. Culpa suya, del Madrid si lo hace, claro. Si además el rival sólo comete siete como el City B y ninguna dentro del área, puede volver a ponerse de corto Medina Cantalejo, ese líder.