El Valencia asalta el Bernabéu in extremis y el Madrid pierde una batalla clave por el liderato

De la manera más cruel y ante un rival, el Valencia, que hacía 17 años que no ganaba en el Bernabéu. Así se le fue un punto que, visto lo visto, hubiera sido mejor que perder tres en el 95', ese minuto que tantas veces sonrió el Madrid y que este sábado le salió cruz. El equipo de Ancelotti desaprovechó una oportunidad de oro para seguir la estela del Barcelona y podría quedarse a seis puntos si los culés hacen los deberes contra el Betis esta noche (1-2).

Para encarar el duelo contra el cuadro valencianista, Carlo Ancelotti hizo debutar a Fran González, el segundo portero más joven de la historia en estrenarse en partido oficial con el Real Madrid (detrás de Casillas), e hizo algunas rotaciones pensando en el duelo de Champions frente al Arsenal del próximo martes.

El Madrid arrancó el duelo teniendo claro que no podía dejarse puntos si quería mantener la distancia con el Barça y salió a por el Valencia desde el pitido inicial. Los blancos sabían lo que había en juego, no necesitaron demasiado para acercarse a la portería de Mamardashvili y movieron el balón de un lado a otro con relativa velocidad para tratar de desarmar el entramado defensivo del Valencia.

Mientras tanto, el equipo de Corberán esperaba atrás para tratar de sorprender al Madrid a través del contraataque, algo que iba a tratar de explotar gracias a la velocidad de Diego López y compañía. Sin embargo, el que pilló desajustado a la zaga valencianista fue el Madrid y en su llegada al área Mbappé fue derribado. Penalti (que se mantuvo tras revisión de VAR) para el conjunto blanco.

Vinicius fue el encargado de tirar la pena máxima. El problema es que el brasileño no la supo materializar y el georgiano Mamardashvili le adivinó las intenciones. Palo para el Madrid y alegría para el Valencia.

El Bernabéu animó a los suyos en busca del 1-0. Sin embargo, esas intenciones duraron poco porque casi en la jugada siguiente, fue el Valencia el que silenció el coliseo blanco con un gol de Diakhaby a la salida de un córner ante el que nada pudo hacer Fran González. Empezaba torcida la tarde para los intereses madridistas.

El Valencia había empezado francamente bien el encuentro. Estaba jugando con mucha personalidad y tenían bastante controlado al Madrid, que no estaba del todo lúcido y no encontraba la forma de poner en apuros a Mamardashvili, algo que sí sucedió en el minuto 23 con un gol en propia de Diakhaby que, por suerte para el central francés, fue anulado por fuera de juego, decisión que protestó (y mucho) el respetable madridista.

A partir de ahí, el Madrid se hizo con el control del duelo y estaba logrando (por fin) acercarse con más frecuencia al área del Valencia. El inconveniente es que el conjunto ché estaba tirando de maravilla la línea del fuera de juego y el equipo blanco caía en la trampa una y otra vez. Se urgía una solución para ese problema y así se llegó al descanso.

Reacción fulgurante

El Real Madrid arrancó la segunda parte con otra cara. El resultado no le servía y había que reaccionar rápido para meterle el miedo en el cuerpo al Valencia, que en el primer acto había sido mejor que el conjunto blanco. Y vaya que si espabiló rápido el batallón de Ancelotti.

Después de un par de acercamientos, en el minuto 50, el Madrid empató el encuentro de la forma en la que el Valencia se adelantó. Es decir, a la salida de un córner. Y en este caso, fue Vinicius el que se vistió de Diakhaby para devolver la igualdad al electrónico. El brasileño estaba colocado en el sitio adecuado y envió al fondo de la red una peinada de Bellingham.

El Bernabéu volvió a apretar, el Fondo Sur empezó a jugar su particular partido como tantas otras veces y el Madrid notó ese empuje extra. El equipo de Ancelotti estaba mucho más conectado con el juego y daba la sensación de que el 2-1 iba a llegar más pronto que tarde. El «Real Madrid, alé» empezó a escucharse con fuerza en las gradas del Bernabéu.

El equipo de Ancelotti tenía que seguir empujando. El 1-1 no le valía para nada y además de atacar tenía que estar pendiente del Valencia, que no había dicho su última palabra en el partido. El conjunto ché estaba aguantando bien, tenía claro cómo jugarle al Madrid y podía volver a adelantarse en cualquier momento.

Si el Madrid no había logrado voltear el marcador era por culpa de Mamardashvili. El guardameta georgiano estaba salvando, como tantas otras veces, al Valencia y le demostró al Bernabéu lo gran portero que es y por qué el verano que viene cambiará la ciudad del Turia por Liverpool.

Jarro de agua fría final

El tiempo se estaba empezando a agotar al Real Madrid. Quedaban algo más de diez minutos por delante y el equipo blanco tenía que seguir intentándolo si quería irse con los tres puntos para casa, el bien más preciado en el fútbol. Sin embargo, fue el Valencia el que aprovechó otro despiste blanco en defensa para asaltar el Bernabéu en el 90' y dejar al Madrid sin la posibilidad de puntuar en una cita clave por el liderato.