
Los jugadores del Atlético de Madrid celebran un gol ante el Real Valladolid
Atlético de Madrid 4-2 Real Valladolid
El Atlético triunfa en el carrusel de goles ante el colista y sigue creyendo en la Liga
Los rojiblancos superan con más apuros de los esperados al Real Valladolid pero hacen los deberes y todavía tienen alguna opción de campeonar
La difícil papeleta del Atlético de Madrid en este final de temporada: ¿tiene opciones de ganar la Liga?
Aprovechando que la temporada regular de la NBA ha llegado a su fin es buen momento para hacer un símil con lo ocurrido esta noche en el Metropolitano. En un día y una hora mala, además de un rival poco atractivo, mucho abonado del Atlético de Madrid cedió su abono a gente que todavía no ha tenido oportunidad de pisar la casa rojiblanca. Debutantes, o rookies como se dice en Estados Unidos, para ver al Atlético vencer por 4-2 ante el Valladolid.
Fueron muchos de esos rookies a los que les tocó empujar desde la grada para que el Atlético siguiese con vida en la Liga, pero acompañados también de los abonados que nunca fallan. En uno de esos partidos que gustan a los románticos del Vicente Calderón, con menos gente pero muy implicada, tocó además sufrir ante uno de los peores colistas que se recuerdan. Tuvo que aparecer la estrella, Julián Álvarez, el hijo del Cholo, Giualiano, y el revulsivo del año, Sorloth, para evitar el susto.
Saltó al verde del Metropolitano el Atlético con la típica caraja que se tiene cuando el partido no apetece jugarlo. Ante el colista, un duelo que a priori debía ser una victoria sencilla, pero que sin fuerza de voluntad podía costar más de lo esperado. Sabía el Valladolid que debía aprovechar esos minutos de pasividad rojiblanca y cerca estuvo de aprovechar un error de bulto de Oblak a las primeras de cambio.
Le costaba a los colchoneros y tuvo que ser Pablo Barrios el que activara algo a los suyos. Dispuso de una doble ocasión que se marchó al lateral de la red, pero que sobre todo sirvió para conectar al Atlético con el partido. Poco o nada duró esa conexión, al menos en Lenglet, que en un córner despejó el balón con la mano y aunque Díaz de Mera no lo apreció en directo el VAR le llamó para que señalara pena máxima. No falló Sylla, que engañó a Oblak para adelantar al Valladolid.Remontada express del Atlético
Le tocó al equipo del Cholo ponerse las pilas y en un abrir y cerrar de ojos demostraron la diferencia de calidad entre una y otra plantilla. Si en el área rojiblanca había sido Lenglet quien cometiese un error infantil, un minuto después fue turno de Javi Sánchez con un pisotón a Giuliano. Tampoco lo vio el colegiado en el campo y nuevamente se necesitó la actuación de la tecnología. 11 metros y responsabilidad para Julián Álvarez que cumplió con su cometido.
Quiso más el Atlético y, con la grada todavía celebrando el empate, Giuliano Simeone aprovechó un pase de Barrios dentro del área para darle la vuelta al marcador en menos de dos minutos. Mazazo para el Valladolid que con situaciones así evidencia cada fin de semana que hace méritos más que de sobra para ser el colista de la Liga. Es cuestión de tiempo que se confirme su descenso a Segunda División.

Giuliano Simeone celebra el segundo gol del Atlético de Madrid
Si alguno en el Metropolitano se pensó que en la segunda mitad tocaba goleada poco sabe del Atlético. El bajón defensivo de los rojiblancos desde que empezó 2025 es más que evidente y un nuevo error defendiendo el balón parado les costó caro. Chutó Javi Sánchez de falta, tocó en el hombro de Gallagher y a la jaula. Qué manera de complicarle el Zamora a Jan Oblak.
Estaban espesos los colchoneros y comenzó el festival de cambios de Simeone para intentar salvarse de un pinchazo que habría sido un tremendo batacazo. Puso de su parte el Valladolid, esta vez Henrique, para pisar de nuevo en el área a un jugador del Atlético y que Julián anotase un doblete desde el punto de penalti. Pudo después el argentino conseguir su primer hat-trick con la elástica rojiblanca, pero lo evitó Ferreira con un paradón que no sirvió de nada, ya que llegó Sorloth para cazar el rechace y dar paz por primera vez en la noche al Metropolitano.
Sonrió al final el Atlético, pero ni siquiera ante el colista tuvo un partido tranquilo. Sorprende que muchos de esos debutantes de los que hablábamos, los rookies si nos ponemos en modo NBA, prueben un día y quieran repetir y repetir animando a los suyos. «No lo puedes entender», dice la hinchada.