La famosa pirámide del Museo del Louvre

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Francia tira de 'grandeur' y la mejor gastronomía en la primera gala de los JJOO

Los Reyes acuden esta noche en el Louvre a la recepción oficial que los anfitriones ofrecen a jefes Estado y de Gobierno, mientras LVMH organiza un evento repleto de celebridades

Secretismo entorno a la gala que esta noche ofrecerá las primeras imágenes de los mandatarios llegados a París con ocasión de los Juegos Olímpicos. Muy pocos detalles han trascendido sobre el primer evento relacionado con el gran acontecimiento deportivo, celebrado conjuntamente por el Eliseo y el COI, más allá de que tendrá lugar bajo la icónica pirámide de cristal del Louvre.

Un marco impresionante para recibir a los invitados oficiales que poco a poco van llegado a una ciudad que empieza a coger pulso de nuevo. Aunque no se ha facilitado una lista oficial de invitados, han confirmado su asistencia los Reyes de España y los de Bélgica, entre otras autoridades. A escasas horas del comienzo de los Juegos, se especula sobre la representación que la Casa Real británica enviará a Paris, ciudad en la que ya se encuentra la Princesa Ana, gran aficionada a la hípica, y la mujer de Biden, que encabeza la delegación de Estados Unidos.

Con o sin nombres propios en la lista de invitados, se espera que acudan esta noche al menos un centenar de jefes de Estado y de Gobierno a un Louvre engalanado y que permanece cerrado desde ayer por la tarde y bajo un extraordinario dispositivo de seguridad que afecta a todo el barrio. La primera pinacoteca de Francia volverá a abrir sus puertas el día 27, aunque durante todos los juegos se requiere reserva previa para acceder al recinto.

De forma calculada, para salvaguardar el factor sorpresa que rodea también los detalles de la ceremonia inaugural que tendrá lugar mañana o los nombres de los últimos portadores de la llama olímpica, apenas se ha facilitado información sobre la gala de esta noche. Sí se sabe que la cena correrá a cargo de Alain Ducasse, el chef más representativo y valorado de la gastronomía francesa, si bien goza de nacionalidad monegasca desde 2008, concedida expresamente por el Príncipe Alberto, otro de los mandatorios que se encuentran ya en Paris y que se espera esta noche en el Louvre.

El primer espada de los fogones galos es un habitual en las citas organizadas por Macron, al que está especialmente vinculado, ferviente defensor de la «diplomacia de la alta gastronomía». Ducasse fue el responsable de organizar el almuerzo de Vladimir Putin con el jefe de Estado francés en el Palacio de Versalles, en 2017, y la cena de Donald y Melania Trump con la pareja presidencial francesa en el restaurante Jules Verne de la Torre Eiffel ese mismo año.

El conocido chef Alain DucasseBruno Cordioli - www.br1.com

Aunque el chef nacido en Normandía tiene en su haber 21 estrellas Michelin en diferentes emplazamientos, récord que no iguala ningún otro cocinero del mundo, perdió hace unos años la licitación del emblemático restaurante sito en el monumento más emblemático de Paris, una de las batallas entre chefs más sonadas de Francia. Su buen hacer se puede seguir disfrutando, en todo caso, en otros interesantes y lujosos emplazamientos de la ciudad, como el espléndido Hotel Meurice, el preferido, por cierto, de Alfonso XIII, bisabuelo de Don Felipe.

Aunque la ciudad sigue bajo cierta calma inusual dadas las importantes medidas de seguridad y a la espera de que lleguen más visitantes, poco a poco se va notando cierto ambiente olímpico. Los partidos de futbol sacaron ayer algunas banderas a la calle, especialmente en las inmediaciones del Parque de los Príncipes.

Banderas españolas y uzbecas se vieron en un estadio donde no faltó una chiquillería francesa que quiere emular a las nuevas estrellas, Lamine Yamal y Nico Williams, al menos, en lo que a sus camisetas se refiere. Muy numerosas ambas entre la afición de menos edad que acudió al estadio. Ya no quieren ser como Beckham, sino como Yamal. Interesante cambio generacional. Pero fue la colorida bandera de Mali la que más se vio horas más tarde en las líneas de metro que conducen al estadio que acoge los partidos de futbol en París.

Fundación Louis Vuitton

La gala oficial en el Louvre no será la única gran fiesta de esta noche en la ciudad del Sena. Patrocinadores y entidades relacionadas de un modo u otro con el evento preparan glamurosas recepciones donde brillarán sus «embajadores de marca», directivos, mejores clientes y esa categoría imprecisa de «amigos de la casa». Algunos de los mejores hoteles de la ciudad y sus restaurantes cuelgan hoy el cartel de «événement privé», evento privado.

Uno de los más exclusivos, sin duda, será el organizado por LVMH, uno de los patrocinadores principales de Paris2024, que tendrá lugar en la espectacular sede de la Fundación Louis Vuitton. Si las delegaciones oficiales se dan cita bajo la magnífica pirámide de cristal de IM Pei sita en la esplanada del Louvre, el «sotf power» con más estilo hace lo propio en el espléndido edificio de Frank Ghery, situado en el gran parque del oeste de París, el Bois de Bologne.

Organizada conjuntamente por Bernard Arnault, presidente de LVMH; Brian Roberts, presidente de Comcast NBC; Pharrell Williams, músico y director creativo de Louis Vuitton, Anna Wintour, poderosa presidenta de Conde Nast, la velada promete pasar a la historia y da cuenta de los crecientes lazos entre el deporte y el lujo.

Se espera la presencia de, además de los mencionados, Charlize Theron, Serena Williams, Rosalía y Omar Sy. La sede del museo ha sido convertida para la ocasión en un parque de atracciones inspirado en las Olimpiadas, con instalaciones interactivas y juegos de todo tipo inspirados en el deporte diseñadas nada menos que por el polifacético Pharrell Williams. Otra de las grandes estrellas de la cocina francesa, Jean Imbert, se hace cargo de la cena. Ahora sí parece que Paris va cogiendo la forma de esa gran fiesta que todos, o casi todos, esperan.