El último baile de Rudy Fernández, el alero que puso en otra dimensión a la selección española
El jugador mallorquín ha sido histórico y se podrá ir con la conciencia tranquila. Además, disputará en París sus sextas Olimpiadas, algo que nunca nadie había conseguido
El 'Chacho' Rodríguez anuncia su retirada y el Real Madrid se despide de otra leyenda
Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) está viviendo su última temporada como jugador de baloncesto profesional. Así lo anunció el pasado 4 de abril, el día en el que cumplió 39 años. Y después de cuajar una temporada tremenda con el Real Madrid, tiene la oportunidad de cerrar una carrera de ensueño con sus sextos Juegos Olímpicos, algo que nadie había conseguido.
El alero mallorquín ha sido histórico. Se acaban los adjetivos para describirle. Se ha ganado irse como una auténtica leyenda y podrá tener la conciencia tranquila. Ha sido un tipo ejemplar tanto dentro como fuera de la pista y ya son muchos los jóvenes que van a querer ser como él en un futuro. No es para menos. Porque Rudy ha sido uno de los mejores aleros que ha tenido el baloncesto nacional a lo largo de toda su historia.
Rudy formó parte de la generación dorada del baloncesto español y tuvo el privilegio de compartir pista con algunas de las grandes leyendas de este deporte. Hubo un tiempo en el que en la selección convivieron los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Marc Gasol, José Manuel Calderón. Y Rudy tuvo el honor de formar parte de ese equipo.
Y ahora Rudy apura sus últimas Olimpiadas con un equipo bien distinto. Lógicamente, el baloncesto español ha vivido un relevo generacional y en la actual selección sólo quedan él y Sergio Llull. El resto son jugadores jóvenes que tienen por delante el tremendo reto de igualar lo que consiguieron algunos de sus ídolos. No será nada fácil, pero hay talento más que de sobra para ser optimistas. Y que los Santi Aldama, Juan Núñez, Willy Hernangómez y compañía tengan al lado a una leyenda como Rudy facilita (y mucho) el aprendizaje. Esto sucede en el baloncesto y también pasa en cualquier disciplina de la vida.
Pero lo dicho. Las de París van a ser las sextas Olimpiadas que dispute Rudy, algo que nunca nadie había conseguido. Y cuando salte a la pista, el mallorquín va a ascender a lo más alto del olimpismo. «Voy a disfrutar estos Juegos como si fuera la primera vez», dijo recientemente el jugador del Real Madrid.
Su historia en los Juegos Olímpicos empezó en Atenas 2004. Desde entonces, han pasado 20 años y el baloncesto ha cambiado radicalmente en algunos aspectos, pero en otros no tanto. Por ejemplo, Estados Unidos sigue siendo el equipo a batir siempre que se acerca un evento tan grande como este.
Lo que no ha cambiado en Rudy es la humildad que siempre le ha caracterizado. Esta virtud hace grandes a los deportistas y el alero balear es uno de ellos. El baloncesto español tiene que estarle muy agradecido. Porque puso a la selección en otra dimensión. Y eso es algo que muy pocos jugadores han conseguido. El de París será su last dance, tal y como lo llaman en Estados Unidos.
«Yo me siento un afortunado de lo que he vivido durante todos estos años, de haberme dedicado a lo que más conozco y a lo que más me llena, que es el baloncesto. Y bueno, lo de leyenda se lo dejo a toda la gente que ha ido siguiéndome en este transcurso de todas las temporadas que he jugado. Yo me siento un privilegiado de haber podido vivir todo lo que he vivido como deportista», reconoció Rudy en una entrevista con MARCA.
El grupo de la muerte
Rudy Fernández y Sergio Llull serán los líderes del equipo español en los Juegos de París. Sin embargo, la suerte no se ha puesto del lado de España en los emparejamientos. Los de Sergio Scariolo cayeron encuadrados en el Grupo A, donde se tendrán que enfrentar a Australia, Canadá y Grecia, tres de las mejores selecciones del mundo.
Siendo realistas, la selección española llega a la capital gala con un perfil bajo. Están en un proceso de regeneración y lo más normal es que lo tengan difícil para clasificarse a las rondas eliminatorias. Los rivales a los que se tiene que enfrentar a España son muy duros y, a priori, es la selección más débil del grupo.
Pero en el baloncesto, al igual que el fútbol, todo puede cambiar en cuestión de segundos. Y a eso se aferra España en estas Olimpiadas. El objetivo principal que se marcan los pupilos de Sergio Scariolo no es otro que el de frenar a grandes iconos del baloncesto mundial como son el griego Giannis Antetokounmpo, el australiano Josh Giddey y el canadiense Dillon Brooks.