Juegos Olímpicos
Nadal gana con épica a Fucsovics y habrá un nuevo capítulo de la rivalidad con Djokovic
El balear empezó el partido como un tiro, pero después se tuvo que emplear a fondo para ganar a Fucsovics en más de 2 horas
El bonito encuentro de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía con Nadal y Alcaraz
Se despertó la gente en París sin saber si Rafa Nadal iba a saltar a pista en el día de hoy o iba a guardar todas sus energías para el dobles con Carlos Alcaraz. El balear ya dejo claro que ha venido a estos Juegos Olímpicos a por una medalla y le da igual donde conseguirla, lo única que busca es «lo mejor para España». Pensó que era jugar y demostró que tenía razón.
Tuvo que sufrir pero así supo mejor la victoria. Marton Fucsovics no le puso las cosas nada fáciles y Nadal necesitó momentos brillantes de tenis para imponerse por 6-1, 4-6 y 6-4 en un encuentro de idas y venidas donde triunfó la experiencia. El ganador de 22 Grand Slams se ha visto en infinidad de ocasiones en una situación similar y la mayoría le suelen salir cara. Volvió a ocurrir y el nombre que ya suena con fuerza es el de Novak Djokovic.
Comenzó el español con su clásica versión arrolladora de Roland Garros, quizás algo tenía que ver que se jugase en su pista favorita, la Philippe Chatrier. En el jardín de su casa Nadal es mucho Nadal y el húngaro se dio cuenta desde la primera pelota. Firme al saque y destrozando a su rival con la derecha, la misma receta de siempre pero a la que nadie le ha encontrado respuesta cuando el balear está al 100 %.
Eso hizo que en menos de 15 minutos el rey de París ya estuviese 3-0 arriba y recordara al de sus mejores años, cuando ganarle un set en Roland Garros era considerado toda una hazaña deportiva. Ya son tiempos pasados, pero por momentos Rafa es capaz de volver a ellos y hacer soñar a todo un país con una nueva medalla.
La cosa no se quedó solo en esa rotura y Nadal cuando puede machacar lo hace. Se dio la oportunidad de abrir más brecha en el marcador y le endosó un 6-1 a su rival que no sabía lo que hacer para ser competitivo. Muchos errores de fondo de pista y Nadal haciendo maravillas con su derecha.
Despertó Fucsovics
Todo pintaba a partido plácido para el español, pero Marton no había dicho su última palabra y aprovechó un pequeño bajón de Nadal para reengancharse. Si en el primer set todo había ido sobre ruedas con un tenis perfecto, en el segundo la historia fue al revés y era el húngaro quien desplegaba su mejor versión.
Un break tempranero conseguido por Fucsovics le sirvió para soltarse y todas las bolas que se le habían ido fuera en la primera manga ahora le entraban, sobre todo las dejadas que tiraba para cortar el ritmo de Nadal y las derechas, una máquina de errores al arranque del choque y una fuente de ganadores en el segundo set.
Llevaba el magiar la voz cantante en este segundo capítulo del encuentro e incluso estuvo cerca de devolverle el 6-1 a Nadal. Tuvo dos bolas para ello, pero se lo negó Nadal, que además recuperó justo a tiempo el quiebre para intentar cerrar en dos sets. Terminó siendo peor porque Fucsovics rompió justo después y no solo se apuntó la segunda manga sino que se garantizó servir en la tercera. Muy cuesta arriba para Rafa.
No bajó Fucsovics su nivel en el tercer set y a Nadal le iba a tocar sufrir mucho si quería seguir vivo en el torneo porque el choque estaba en un puño con oportunidades para ambos. Primero las tuvo el español, en el primer y segundo turno del húngaro, pero le cerró la puerta. Después, Fucsovics tuvo un 0-40 para ponerse 3-1 y meterse medio partido en el bolsillo y fue justo ahí cuando volvió el mejor Rafa, el del inicio del choque.
Salvó el balear esa tensa situación y fue el punto de inflexión necesario para inclinar el partido a su favor. Logró el break justo después de levantar su momento más complicado del partido y después supo dosificar esfuerzos y centrarse en su saque. El trabajo al resto ya estaba hecho y solo había que mantener el servicio para cerrar el partido. Lo hizo y el Nadal-Djokovic ya es una realidad. Vienen curvas.