Qatarí que te viTomás Guasch

Habíamos venido a emborracharnos de Rafa… El resultado nos daba igual

Bueno, no se acabó: queda el doble. Seguimos soñando con verle en lo más alto del podio

Pasarán muchas cosas grandes en estos Juegos, inolvidables por buenas, digo. El rato que fue desde el 4-0 para Djokovic en el segundo set al 4-4 estará entre ellas.

Fue un estallido mundial, punto a punto. Las caras de la gente en la grada. Los gritos de los comentaristas. Allá donde había una tele, una radio. ¿Será posible? Se gritó en todos los idiomas del mundo.

Todos temíamos que posible no iba a ser, pero ahí estaba la cosa: 4-4. La locura. La última de Rafa en la Chatrier. Señoras y señores, sí: la grandeur era eso. Era, es y será. La Grandeur… ¡Otra vez, gracias Rafa!

Eran sobre las tres de la tarde en España cuando él, pues sólo él puede hacerlo, nos puso como motos. El 40 por ciento de RNP también está en la historia del Deporte. Imposible para los demás, como verle protagonista en la ceremonia inaugural de unos Juegos que no se celebran en tu país. Tela y más tela.

Se acabó, fue quizá la última vez que le vimos a la vera de la Torre Eiffel. ¡Qué última, qué legado! Luchad, creed, no renuncies, trabajad, fuera excusas, todo eso y más. Un consejo para toda España. ¡Hasta el final, vamos Nadal!

Bueno, no se acabó: queda el doble. Seguimos soñando con verle en lo más alto del podio. Una competición donde Carreño y Granollers hicieron diabluras el otro día. Como Bea Ortiz en la histórica victoria de nuestro waterpolo sobre Estados Unidos. En el día de Rafa. Porque ganó Nole, pero el día fue suyo, nuestro. Gracias, gracias.

Luego ganó Carlitos. Nole, nos vemos. Y yo me acordé de otra tarde mágica en la derrota. La final de waterpolo de Barcelona'92, aquel inacabable partido con los italianos. Perdimos, pero ganamos. El oro lo dejamos para Atlanta'96.