Marc Márquez y un fin de semana perfecto que reactiva su esperanza de igualar a Valentino Rossi
El piloto español ha vuelto a ganar una carrera más de 1.000 días después y empieza a recoger los frutos de unos años con constantes obstáculos en el camino
La celebración de Marc Márquez ondeando la bandera de España tras su victoria en Aragón
Luchar por lo que uno quiere siempre merece la pena por muy difícil que sea. Marc Márquez ha dejado una nueva demostración de que tirar la toalla no puede ser una opción y después de 1.043 días ha vuelto a saborear la gloria de un fin de semana perfecto. Pole, victoria en la sprint y victoria en la carrera en el GP de Aragón para demostrar a lo grande que sigue siendo un piloto único.
Este triunfo ha colocado al '93' como tercero del Mundial y los más optimistas confían en que pueda pelearlo. Quedan ocho grandes premios y la forma en la que está hecha la competición, con prueba al sprint el sábado y la carrera el domingo hace que con un par de buenos fines de semana se puedan recortar muchos puntos, aunque quizás no tantos como los 70 que le saca en estos momentos Jorge Martín.
Independientemente de lo que termine sucediendo, el fin de semana perfecto que ha firmado Marc Márquez da muchas esperanzas de cara al futuro. A sus 31 años, el piloto de Cervera tiene cuerda para rato y lo hecho en Aragón es el primer ladrillo de lo que quiere construir. Quizás ahora no esté en condiciones de pensar en el Mundial, pero en 2025 la historia cambia.
En estos momentos Marc está compitiendo con Gresini Racing Team, una filial de Ducati que le está sirviendo para coger la confianza necesaria. Repsol Honda ya no tenía una moto competitiva y después de pasar por cuatro operaciones, para el español fue una frustración enorme ver que estaba a buen nivel pero que su escudería no le acompañaba. Eso le llevó a dejar el equipo con el que reinó seis veces en la categoría reina.
Ducati en 2025
Marc Márquez competirá en 2025 con Ducati, que es ahora mismo la mejor moto y donde está el vigente campeón del mundo, 'Pecco' Bagnaia. El equipo italiano ha apostado por el español para tener una de las mejores duplas de la parrilla y marcar una época aprovechando que ni Yamaha ni Honda están pasando por un buen momento.
El fichaje de Márquez por Ducati enfadó mucho a Valentino Rossi, que siempre ha tenido una mala relación con el español y que ve amenazado su récord de siete campeonatos de MotoGP y nueve en total, justo lo que conseguiría Marc si gana una vez más en la categoría reina, algo que viendo su nivel y la moto que pilotará el año que viene no es descabellado.
De hecho, en Italia esta posibilidad la ven muy real y los tiffosi trataron de presionar a Ducati para que no firmaran a Márquez. Una señal de que el de Cervera sigue teniendo mucho que decir. «No entendí muy bien esta historia del fichaje de Márquez por Ducati. Todo parecía hecho para la llegada de Jorge Martín al equipo oficial. En cualquier caso, Bagnaia está listo. Pecco no necesitaba a Marc en el garaje para demostrar que es el número 1», aseguró Rossi hace unos días visiblemente molesto.
La incorporación de Márquez al equipo oficial de Ducati ha generado mucho ruido y más aún después de su triunfo en Aragón. El '93' está listo para cotas más altas aunque él sigue sin pensar en el futuro. Lo que tenga que venir vendrá. «Vuela alto, no seas paloma en el mar, que la gente dispara a matar. Es una canción. Tendremos que, poco a poco, ir reconfirmando estas buenas sensaciones. Eso no quiere decir que ahora vaya a ganar todas las carreras», explicó tras su primera victoria en más de 1.000 días.
No obstante, mandó también una declaración de intenciones para el 2025 toda vez que esta temporada ya parece misión imposible: «Soy ambicioso, ¿por qué no alguna otra victoria antes del final de año? Y preparar el próximo año».
Ocurra lo que ocurra, Márquez ya se ha quitado la losa de encima de no conseguir la victoria. Su nivel vuelve a estar ahí, las lesiones le respetan y los récords de Rossi están al alcance de su mano. El español vuelve a presentar candidatura a ser el mejor piloto de la historia, aunque para muchos ya lo es.