España se estrella ante Suiza y deja muchas dudas de cara al Mundial

No pinta bien la selección española de fútbol. Quedan dos meses exactos para el Mundial de Qatar y en el último partido de España antes de esa cita el combinado entrenado por Luis Enrique se la ha pegado ante Suiza en Zaragoza (1-2). Una derrota más preocupante por sensaciones que por validez deportiva. Un partido que deja más dudas, más preguntas. España no está preparada, a día de hoy, para hacer algo grande en el Mundial. Por no haber no hay ni una idea clara de a qué juega esta selección.

Y es que da la sensación de que Luis Enrique va dando tumbos sin tener ninguna idea clara, sin haber llegado al final de la preparación para el Mundial con una España reconocible. La selección no solo enamora, sino que se complica en cada partido. Está lejos de enganchar al pueblo. Sufre en todos y cualquier rival le pone en aprietos. Hay problemas en defensa y también en ataque y el equipo solo se mueve por impulsos y por la calidad de algún otro jugador en los que habrá que creer. Bien es verdad que este encuentro no tiene un gran valor deportivo –corresponde a la Liga de las Naciones, una competición que no es la prioridad en el fútbol– pero era el último en nuestro país antes de Qatar. Y nos hemos quedado fríos.

Llevaba 19 años sin ir a la ciudad de Zaragoza –quinta de España por población– y el mítico Estadio de La Romareda se volcó con un ambiente espectacular. El himno retumbó y el equipo lejos de contagiarse no regaló un hilo de ilusión. Todo lo contrario, todo cuesta en esta selección de Luis Enrique, que no engancha a la afición y eso que la hinchada lo da todo para intentar creer que se puede hacer algo en Qatar. Ese es otro de los problemas de esta España: no sabe interpretar la alegría de la afición, no les da lo que piden a gritos recibir.

Suiza, una selección de un nivel medio en Europa, se adelantó con un cabezazo de Akanji, que remató con facilidad porque Pau Torres llegó tarde a la marca. Él y Eric García forman la pareja de centrales de España y duele recordar que hace una década ahí estaban Puyol y Piqué. La comparación es abismal. Jugando al trantrán, la selección no inmutaba a los suizos, que se aprovecharon del nerviosismo de un equipo que quizá está aún verde. A ver que se inventa Luis Enrique para justificar eso.

Sí cambió su cara España al inicio de la segunda parte y una buena jugada de Marco Asensio, titular para Luis Enrique pese a que es suplentísimo para Ancelotti, acabó en un gol de Jordi Alba, otro que no cuenta en su equipo (Xavi ni le saca) y al que el técnico asturiano le convierte en titular. Las cosas de 'Lucho', que incluso le salen bien. Empató España pero ni con esas. A los tres minutos, y tras un arreón tremendo de Suiza, Embolo destrozó a España con una jugada loca en el área en la que fallaron Pedri y Eric García. Ningún jugador español salió con puntos positivos de este encuentro.

El partido que se ha jugado este sábado en Zaragoza ha correspondido a la Liga de las Naciones, el torneo que se inventó la UEFA para terminar con los amistosos de selecciones. Es un trofeo en el que ahora se juega la fase de grupos para acceder a la Final Four en la que se disputa ya el título y a la que España solo puede llegar si gana el próximo martes en Braga. En un duelo ante Portugal a España solo le vale la victoria. Pero allí no solo habrá que ganar por la posición en este torneo sino por hacer creer que el Mundial de Qatar será una buena experiencia, porque por lo visto en La Romareda de Zaragoza pocas esperanzas da este equipo.