Luis Enrique, el superviviente que siempre ganó al abismo

Otra vez más España consiguió su objetivo y otra vez más lo hizo de forma agónica. La selección de Luis Enrique lo ha vuelto a conseguir. No tendrá los mejores jugadores ni hará el mejor fútbol, pero al final sin que mucha gente pueda explicárselo gana y en el fútbol el que manda es el resultado. Este equipo no enamora al principio pero te termina conquistando a medida que van pasado los partidos. Al final lo que vemos es a una España que está siempre peleando por los títulos. Y eso es lo que cuenta, sin brillo pero cumpliendo de sobra los objetivos. Solo una cruel tanda de penaltis dejó a España sin la final de la pasada Eurocopa y solo un polémico gol de Mbappé la privó de levantar su primera Liga de las Naciones.

Convocatoria tras convocatoria la historia se repite. Al principio nadie entiende algunas presencias en la lista, como ocurrió con Gavi hace justo un año o como sucedió con Nico Williams en esta última. Después, durante los partidos la sensación que da el equipo es la de no saber a que juega, poca profundidad en ataque e inseguros en defensa. Con estos ingredientes la mayoría de espectadores se termina desesperando, para al final terminar con una sonrisa porque una vez más se ha vuelto a conseguir el objetivo. La selección de Luis Enrique repite la hazaña y España estará por segunda vez consecutiva en la Final Four de la Liga de las Naciones.

Pero no solo en la Liga de las Naciones España ha salido viva cuando estaba cerca del abismo. Sin ir más lejos, clasificarnos para el Mundial fue también una agonía, pues los de Luis Enrique estaban a dos jornadas de que terminara la liguilla en segunda posición sin depender de sí mismos. Esa posición no daba acceso a Qatar, sino a la repesca. Solo un milagro en forma de victoria de la débil Georgia sobre Suecia hizo que España llegase al último partido, precisamente ante los suecos en Sevilla, dependiendo de sí misma en un partido que logró sacar por 1-0, otra vez sin brillo pero con un resultado positivo.

Clasificar de forma directa al Mundial fue sin duda un alivio para España, pues entrar en la repesca habría supuesto un riesgo enorme viendo además que Italia y Portugal también estaban en ese apuro. De hecho, la vigente campeona de Europa se quedó fuera y es ya la segunda Copa del Mundo en la que no estará el país transalpino. Esto sirve para poner en valor las doce participaciones seguidas que lleva España en la máxima competición de selecciones.

La supervivencia de Luis Enrique no solo se ha dado en estas competiciones, sino que también sucedió en la pasada Eurocopa. España jugó la fase de grupos en Sevilla, en el Estadio de la Cartuja, y ni por esas pudo no sufrir. El combinado nacional empató a 0 contra Suecia y a 1 contra Polonia y se la jugó en el último partido ante Eslovaquia, donde solo valía ganar. España, otra vez con el agua al cuello, cumplió y ganó por 5-0 para clasificar como segunda.

Además, no solo la selección sobrevivió en fase de grupos, sino que también llegó a semifinales sin ganar un partido en los 90 minutos. Con una buena imagen ante Croacia pero con un despropósito defensivo final donde España encajó dos goles en cinco minutos, la selección se repuso del mazazo y resolvió el partido con dos goles en la prórroga. Después, en cuartos, España ganó a Suiza en la tanda de penaltis en un partido donde el combinado nacional jugó casi una hora con un jugador más y ni por esas logró evitar los penaltis. Solamente Italia, inferior a España en ese partido, encontró la forma de echar a nuestra selección de la Eurocopa.

Luis Enrique ha vuelto a ver en esta selección cosas que los demás no ven. El seleccionador es como un gato, tiene muchas vidas y se salva de todas las situaciones difíciles. De ahí que todos tengamos esperanzas para el Mundial de Qatar. "No es fácil jugar contra España, no lo va a ser en el Mundial y para ganarnos van a tener que hacer las cosas bien y sufrir», afirmó 'Lucho' tras la clasificación a la Final Four de la Liga de las Naciones. España, guste más o guste menos, compite cada partido que juega y al final para ganar en Mundial no hace falta ser el que mejor juega, sino estar acertando en los momentos clave y nuestra selección lo suele estar.