Qatar consigue que no se venda cerveza en los estadios
Uno de los principales patrocinadores del Mundial es una marca de cervezas, por lo que la FIFA se expone a pérdidas millonarias
A tan solo dos días de que se inicie el Mundial, Qatar ha conseguido que no permita la venta de cerveza alrededor de los estadios.
Ha sido la propia familia real qatarí la que había exigido a la FIFA -responsable del Mundial- que acabara con la venta de cerveza en los campos de fútbol, algo muy tradicional en cualquier evento deportivo, pero que Qatar no quería que se produjera en su territorio.
Veto a la cerveza
Los estadios eran una de las pocas zonas donde se había permitido beber cerveza durante el Mundial en un país en el que el consumo de alcohol está muy restringido. Ahora ya tampoco eso. Solo se podrá consumir en algunos hoteles de Doha y en las 'fan zones', que están perfectamente acotadas para ello.
«Después de conversaciones con el país anfitrión y la FIFA se ha tomado la decisión de que solo se vendan bebidas alcohólicas en las 'fan zones' y los puntos habilitados y con licencia para ello y no en el perímetro de los estadios», ha dicho la FIFA este viernes en un comunicado.
Conflicto con patrocinador
Se da la circunstancia que uno de los patrocinadores principales de la FIFA para el Mundial es la marca de cervezas Budweiser, que pone su dinero para que su publicidad se vea y para que su producto se consuma. «Esto es incómodo», ha sido su primera reacción a la noticia.
Es por ello que la prohibición de beber cerveza en los estadios pone en un importante compromiso a la FIFA con Budweiser, patrocinado principal del evento, que podría exigir una indemnización millonaria al torneo al no recibir la visibilidad requerida y no poder vender sus productos en los estadios.
Las 'horas felices'
La venta y consumo de cerveza en Qatar ha sido una de las grandes 'peleas' de la FIFA con el país organizador. Hay muchos intereses económicos por publicidad, pero a la vez en ese país está prácticamente prohibido su consumo. Finalmente ha ganado el país esta lucha.
Para llegar a un acuerdo se instauraron unas 'horas felices', tiempo en el que se permite la venta de alcohol -con restricciones- en los que los aficionados pueden comprar más de dos cervezas a la vez y solo pueden ser consumidas en hoteles y fan zone. Los estadios eran otra opción, pero a tan solo 48 horas del inicio se ha prohibido.
Quejas inglesas
Como era de esperar, los aficionados ingleses han sido los primeros en quejarse por esta medida. «Algunos aficionados quieren tener una cerveza en el partido, otros no. Pero el verdadero asunto que este cambio ilustra es mucho mayor: la ausencia total de comunicación y de transparencia del comité de organización hacia los aficionados», ha denunciado la FSA, asociación de aficionados ingleses.