Las gradas prácticamente vacías al completo al descanso del partido inaugural de QatarAFP

A los qataríes les dura 45 minutos su pasión por el Mundial

Dejaron prácticamente vacío el estadio donde se jugó el encuentro inaugural al descanso, cuando ya perdían por 0-2 ante Ecuador

Más de una década esperando este momento, creando una cultura futbolística en el país y a la primera oportunidad los qataríes abandonaron el estadio al descanso.

Esa fue una de las grandes imágenes que dejó el partido inaugural entre Qatar y Ecuador. El estadio Al Bayt, lugar en el que se hizo la ceremonia de apertura y después se jugó el primer encuentro, estaba prácticamente vacío al descanso. Los aficionados locales lo abandonaron cuando ya perdían por 0-2.

Rápida huida

El entusiasmo por este Mundial y por el debut en el torneo -Qatar nunca antes había disputado un Mundial- duró 45 minutos. El inicio no pudo ser peor para la selección anfitriona, totalmente superada por Ecuador, con numerosos fallos y con un equipo que no dio el nivel. Y muchos aficionados dejaron de verlo al descanso.

Ya fue llamativa que la FIFA diera de cifra oficial de espectadores en más de 67.000, cuando según la propia organización el aforo del estadio de este estadio es de 60.000 butacas. Al descanso no quedaba allí ni la mitad.

Realmente el único momento en el que el campo estuvo verdaderamente lleno fue en la media hora que duró la ceremonia de apertura. Era una fiesta para la nación y uno de los eventos más importantes en la historia de Qatar, que se presentaba por fin al mundo.

Los qataríes abandonaron en masa el partido inaugural al descansoAFP

Una vez que empezó el partido había menos aficionados que antes, pero el estadio Al Bayt presentaba buena imagen. Una vez vistos los primeros 45 minutos, los qataríes no aguantaron más. Algunos alegaron que era para no coger tráfico en Doha, ciudad caótica en ese sentido.

Ni se molestaron en ocultar su desinterés, dejando patente que su pasión por el fútbol tiene caducidad. La gente de Qatar tiene más pasión por las carreras de dromedarios, verdadera pasión en el país anfitrión del Mundial de fútbol.