Japón le tapa la boca a Alemania

El fútbol son 11 contra 11 y siempre gana Alemania… o no. Cada cuatro años sale a la luz uno de los grandes tópicos del deporte. No por casualidad, sino porque es tan tópico como real. Aunque últimamente no tanto. Alemania siempre ha quedado entre los ocho mejores en todos los Mundiales que ha disputado, salvo en 1938 y en Rusia 2018. Por eso los germanos se jugaban mucho en su debut ante Japón. No eran los puntos, era el orgullo. Y el orgullo se tiró por la borda.

No cayó nada bien en Alemania el varapalo de hace cuatro años. Normal para un país acostumbrado a ganar. Y por eso Qatar estaba puesto en el mapa de Hansi Flick desde hace tiempo. Las distracciones estaban prohibidas, como el 'One Love'. Pero los jugadores estaban más centrados en protestar contra la FIFA por no dejarles llevar el brazalete que en los 90 minutos. Su imagen tapándose la boca pasará a la historia de los Mundiales y traerá cola, pero más debe preocuparles su imagen ante Japón.

Los nipones avisaron nada más empezar: si Alemania se relajaba lo podía pasar mal. Una internada de Ito a los ocho minutos lo remataba Maeda a la red, pero el linier levantó rápido la bandera. Primer susto. Los germanos eran mejores en todo, más que nada en físico, y solo tenían que demostrarlo. Lo intentó Rüdiger de cabeza en un córner y después llegaría el premio, con un penalti claro sobre Raum. Gundogan lo envió a la red y alguno se creyó que ya estaba todo hecho.

Alemania pudo sentenciar tras el descanso, pero no lo hizo. Musala se vistió de un híbrido entre Messi y Mbappé para irse de uno, de otro, de ese otro otra vez y de un cuarto que pasaba por allí para enviar el balón a las nubes. Podía haber sido el gol del Mundial, pero los germanos pasaron del posible 2-0 a dormirse por completo.

Fue entonces cuando Japón se creyó que le podía tapar la boca a Alemania. Las machadas son posibles en el Mundial y si no que se lo digan a Arabia Saudí. Si subestimas a un rival se te puede volver en contra y parece que la todopoderosa Alemania no aprendió nada con el cantazo de Rusia 2018.

En el 75, Minamino, con el 10 de Oliver Atom a la espalda, sacó de la nada un disparo desde la izquierda que repelió Neuer. La defensa se durmió y el rechace lo cazó Doan para poner el empate. Sorpresón. Otro más. Y aún quedaba por llegar.

Ocho minutos después, Asano aprovechó un balón en largo y otro macro despiste defensivo de la defensa germana. Se internó en el área y con un derechazo batió de nuevo a Neuer. 1-2 y fin del partido. Tres puntos con los que no contaba Japón, tres puntos con los que contaba Alemania y tres puntos que ponen patas arriba el grupo de España. Quizás no será tan fácil como alguno se pensaba.