Embolo no celebró su gol ante CamerúnAFP

Embolo da la victoria a Suiza y ajusticia a Camerún, su país de nacimiento

El fútbol por muchos partidos que se jueguen nunca dejará de sorprendernos y este jueves, cuando solo quedan unas pocas selecciones sin debutar en el Mundial, Breel Embolo dejó una de las historias más sorprendentes de este Mundial, al marcar un gol a Camerún, su país de nacimiento, para darle la victoria a Suiza (1-0), país en el que vive desde que tiene cinco años.

Los primeros compases del partido mostraron una Camerún valiente, que de hecho fue la dueña del encuentro durante la primera mitad con varias oportunidades para adelantarse en el marcador, aunque la falta de acierto y el buen hacer de Sommer evitaron que los cameruneses se fuesen con ventaja al descanso. La ocasión más clara había estado en las botas de Chuopo-Moting pero Sommer dejó claro porque es uno de los principales argumentos de los helvéticos para llegar lejos en esta Copa del Mundo.

Cambio radical al descanso

Aunque el primer tiempo había tenido buen fútbol, faltó el acierto y la calidad en los últimos metros, algo que apenas tardó en aparecer en el segundo tiempo. Una magnífica jugada de los suizos, donde Freuler inicio la jugada, para dejarle la pelota a Shaqiri que llegó a línea de fondo, levantó la cabeza y metió un brillante pase al corazón del área donde Embolo, suizo pero nacido en Camerún, solo tuvo que empujarla a la red y, a pesar de lo que supone marcar en un Mundial no quiso celebrar, el que posiblemente sea el gol más agridulce de su carrera.

Tras este gol tempranero el partido se abrió y los africanos no bajaron los brazos y se lanzaron al ataque. Lo que les hizo disponer de varias oportunidades, sobre todo a balón parado, aunque nuevamente se encontraron con Sommer y con el buen hacer de Akanji y Elvedi, que despejaban cualquier pelota que apareciese por su área.

Suiza, replegada atrás y dándole claramente la iniciativa a Camerún, aprovechaba los espacios que dejaban los africanos para intentar sentenciar el partido a la contra. A punto estuvieron en el minuto 69, cuando un pase de la muerte de Widmer a Rubén Vargas obligó a Onana a hacer un paradón para mantener con vida a su selección.

Lograron dormir el partido

Con el susto en el cuerpo, Camerún se intimidó y desde ese momento apenas inquietó el arco suizo, solo lo intentaban colgando balones que no suponían ningún esfuerzo para una defensa que se ha mostrado en este encuentro como una de las más sólidas de todo el campeonato.

Así murió el partido, pues ni siquiera el descuento hizo a los cameruneses intentar ir a por el empate por el buen hacer de Suiza, que consiguió dormir el partido, dejando correr los minutos sin que sucediese nada destacable.

Magnífico inicio de Mundial de Suiza, que demuestra que sin tener grandes individualidades son un equipo muy sólido, capaz de darle un susto a cualquier selección, por lo que Brasil deberá andarse con ojo en este grupo, ya que los helvéticos no le van a regalar nada a nadie.