Se acabó el Mundial para España. Hemos quedado eliminados y será Marruecos quien juegue los cuartos de final contra el vencedor del Portugal-Suiza. Yo no voy a reprochar nada a nadie porque no es mi papel ni me parece procedente hacerlo. Además, estoy seguro de que habrá una legión de voluntarios para hacerlo. Por mi parte, simplemente señalar que ha sido una pena. Había mucha ilusión en la gente y había muchas expectativas, quizás por encima de las auténticas posibilidades de nuestra selección.

Sabíamos que existían carencias. La más importante, y lo hemos visto hoy, la ausencia de delanteros goleadores, pero las cosas son como son, en otra etapa de nuestra historia nos fue mejor. Llegamos a ser campeones del mundo y no hay que descartar que pronto –ojalá lo vean todos los que lean esta crónica– España vuelva a jugar la final de un Mundial. Y a ganarlo. Ha sido un placer estar con todos ustedes y un abrazo a quien quiera recibirlo. Gracias.