En la Federación se preparan para el adiós de Luis Enrique
Rubiales desea la continuidad del asturiano hasta 2024, pero empiezan a intuir que el técnico tiene decidido su adiós
El Mundial ya es historia para España. La selección cayó ante Marruecos y se va de Qatar con el 'premio' de dominar, pero sin concretar, que en la vida real es nada. Un pequeño consuelo que no tapa la gran decepción de una cita en la que solo se ganó a Costa Rica. Un globo que se desinfló ante Alemania, se pinchó ante Japón y explotó ante Marruecos. Los jugadores, muchos con lágrimas en los ojos, se mostraban atónitos ante lo ocurrido y se iban con la idea de que el fútbol había sido injusto con España. Un tópico de esos que tanto odia Luis Enrique.
Tanto el seleccionador como el presidente de la RFEF pusieron como excusa la cita mundialista para tomar una decisión. Con España ya eliminada es hora de abordar ese asunto. El propio seleccionador asturiano, tras el partido, afirmó que lo que deseaba era «llegar a casa y ver a sus perros» y que «por el cariño de Rubiales y Molina se quedaría de por vida».
Sin embargo, la sensación que existe en el seno de la selección española es que el asturiano no continuará al frente del equipo. Según ha podido confirmar este medio, el técnico ni se despidió de los jugadores en el vestuario tras la eliminación ante Marruecos. La institución que dirige Luis Rubiales está preparada para recibir el 'no' del asturiano a continuar como técnico, aunque no esconden que les encantaría poder seguir contando con él. Todos los directivos de la Federación se sienten identificados con él y la confianza que tienen en su estilo de fútbol y en su forma de gestionar al grupo es total.
Ante la posible marcha de Luis Enrique, la Federación, según ha podido saber El Debate, maneja varios escenarios con varios nombres.
Marcelino, listo para el relevo
Marcelino García Toral es el nombre que más se repite como hipotético sustituto del actual seleccionador. Siempre ha estado sobrevolando como posible alternativa. Aunque parece la opción más factible y a día de hoy está el número uno en la lista de candidatos al banquillo nacional, el también asturiano cuenta con algunas voces de dentro de Las Rozas que no acaban de verle como opción. El ex técnico del Athletic no ha vuelto a un banquillo desde su salida de San Mamés y ha rechazado varias ofertas con la ilusión de poder recibir una llamada del equipo nacional.
Roberto Martínez, oportunidad imprevista
La renuncia del exseleccionador belga supone una oportunidad para un técnico que recibió los elogios del mundo del fútbol por meter a la selección belga entre las candidatas a conseguir cosas importantes. El Mundial de Rusia, donde quedó tercera, fue la prueba patente de lo que es capaz de hacer este técnico, donde consiguió la mejor clasificación de la historia para los Diablos Rojos. Sin embargo, tiene el hándicap de lo ocurrido en Qatar, donde no pasó de la primera fase finiquitando el ciclo de la mejor generación de futbolistas de Bélgica. En sus seis temporadas al frente de Bélgica acumula 56 victorias, 13 empates y tan solo 10 derrotas. Destaca su gusto por el fútbol ofensivo, con 210 goles anotados, y tan solo 69 en contra.
Su salida de Bélgica, por entender que había cumplido un ciclo, le coloca como una opción más que interesante para tomar el testigo de Luis Enrique. En Las Rozas gusta y mucho. El principal obstáculo que pueden encontrarse los directivos de la Federación es su intención de regresar al mundo de los clubes.
De la Fuente, una solución temporal
Ante la posibilidad de no encontrar al recambio perfecto de Luis Enrique, desde la RFEF estudian la opción de entregar los mandos de la absoluta a Luis de la Fuente, técnico de la sub21, de forma interina mientras siguiera la búsqueda del nuevo seleccionador que llegaría con margen suficiente para dirigir a España en la fase final de la Nations League, que se disputará en junio de 2023 en Países Bajos.
La Federación espera conocer en los próximos días la decisión de Luis Enrique, que podría producirse en las próximas 48 o72 horas. El sueño de Rubiales y su equipo sería lograr la continuidad de Luis Enrique hasta 2024, pero empiezan a ser conscientes de que el fin de la era de uno de los seleccionadores más polémicos y controvertidos de nuestra historia empieza a ser una realidad.