Luis Enrique es el gran culpable de la debacle en QatarEFE

Los siete pecados capitales de Luis Enrique que explican el fracaso de España

El seleccionador ha aglutinado un gran número de fallos que explican el fracaso de España en Qatar

España se marcha de Qatar bajo el mantra de un ridículo histórico. Lo hace cayendo en octavos de final y ante una selección, a priori, bastante más inferior que la campeona del Mundo. La sensación es de una histórica ocasión perdida, ya que los cruces y los rivales facilitaban el llegar, por lo menos, a unos cuartos de final o, incluso, una semifinal. Para quedar entre los cuatro mejores era necesario haberse librado de Portugal que visto cómo destrozó a Suiza, suena a hipótesis.

El técnico español deja el contador del Mundial parado en octavos, ni siquiera se paró en cuartos, el mantra de las últimas décadas. Luis Enrique sale muy tocado de esta cita. Una cita en la que España fracasó y su modelo de juego quedó en entredicho. Estos son los siete pecados capitales del seleccionador que explican la debacle española en Qatar

Sonadas ausencias

Lo que mal empieza, suele acabar mal. La lista de 26 convocados fue una auténtica obra de autor del seleccionador. Luis Enrique dejó en España mejores jugadores que los que se llevó a Qatar. Se llevó multitud de centrales que sabían que no iban a jugar porque su laboratorio de ideas creó la fórmula de ‘Rodri central’, lo que dejaba sin reemplazo a un Busquets que pagó caro su despliegue físico. Luis Enrique ha preferido rodearse de gente que sabe que no le iba a reclamar titularidades.

Ante Marruecos, España disparó tres veces en 130 minutos (incluidos los descuentos) y no fue capaz de anotar ni un solo penalti. Mientras, goleadores como Borja iglesias tuvieron que animar a la selección desde casa. Otro caso que llama la atención es el de Ansu Fati, llevado a última hora que no disputó ni una sola titularidad.

Un vestuario que vive una realidad paralela

Un Mundial no lo ganan ni el buen ambiente, los andamios ni los walkie talkies. El todavía seleccionador inoculó al vestuario un gen que parece hacerles vivir en otra realidad paralela. Las palabras de Ferran Torres asegurando en días como el de ayer « estaba más orgulloso que nunca de este grupo» delatan un gran desconocimiento de la situación.

Enemigo de la prensa

Luis Enrique ha sido el único seleccionador que no ha dado entrevistas personales, algo que lleva haciendo desde su aterrizaje en Las Rozas. Su cruzada particular contra la prensa la ha llevado hasta el final con declaraciones poco ortodoxas y recados constantes para los enviados desplazados a Doha.

El 'efecto Twitch'

En su idea por innovar, se le ocurrió hacer directos durante la gran mayoría de días en la citada plataforma. Quién sabe si como una forma de tensionar más si cabe su relación con la presna. En esos directos, se hablaba de todo menos de fútbol, e incluso reconoció en varios de ellos que no estaba viendo los partidos que acontecían a la misma hora. Algo raro, pues podría ser una forma de analizar a los posibles rivales de la selección. Triunfó un fenómeno como Luis Padrique, pero fracasó el Luis Enrique seleccionador.

Dejación de funciones

Llamó mucho la atención las declaraciones del asturiano tras el partido ante Japón donde reconoció no saber que su equipo estuvo eliminado durante tres minutos. Cuesta creer esta dejación de funciones para la persona encargada de tomar las decisiones. Como también resaltó que ayer alabara al número 8 de Marruecos sin saber cuál era su nombre.

Poder absolutista

Luis Enrique se erigió desde el principio como el auténtico líder de esta selección, lo que le hace ser el máximo responsable del fracaso. Ha dominado y liderado todo lo que acontece a la selección, desde la decisión de quien tiraba los tres primeros penaltis hasta la forma en la que tenía que vestir el combinado nacional

Falta de autocrítica

Nada más acabar el partido ante Marruecos reconoció estar «más que satisfecho de lo que ha hecho mi equipo. Han representado a la perfección mi idea futbolística y solo puedo felicitarles por su actitud en todo el Mundial». Una idea futbolística que no ha sido capaz de ganar ni a Marruecos, ni a Japón ni a la peor Alemania en años. Un dato, ante los marroquíes España acumuló más de 1.000 pases para sumar solo dos ocasiones de gol.