Las razones de la inquina de un desatado Messi contra Van Gaal
Al argentino no se le había visto nunca así: celebró su gol y la clasificación a semifinales en la cara, y a gritos, del técnico de Países Bajos
Pocas veces se vio a Leo Messi de esta forma. Marcó un gol de penalti durante el partido y se fue a por Van Gaal a celebrar ese gol en la cara del entrenador neerlandés. Ganó más tarde la tanda de penaltis que le dio acceso a las semifinales del Mundial y en mitad de las celebraciones se volvió a encarar con el técnico rival, al que le gritó.
La imagen que dejó Messi en el último partido ante Países Bajos tuvo mucha polémica. Leo estuvo desatado en el peor significado de la palabra. Convirtió el duelo de Argentina ante el equipo europeo de cuartos en una batalla entre todo un país contra un entrenador.
Messi tenía muchas ganas a Van Gaal, entrenador ya con 71 años y en el final de su carrera en los banquillos después de superar un cáncer de próstata. A la estrella argentina no le habían gustado unas declaraciones previas del técnico neerlandés en las que dijo que «cuando Argentina pierde el balón Messi no participa mucho».
Eso no gustó al jugador del PSG, nada acostumbrado a que le hagan una crítica. En este caso era totalmente respetuosa, analizando tácticamente al rival. A Messi no le gustó. Pero no solo eso le llevó a que estuviera muy alterado. Y es que Leo celebró en la cara de Van Gaal su gol y además después del partido se fue a por él cuando ya Argentina se había clasificado. Incluso los miembros del cuerpo técnico de Países Bajos le tuvieron que apartar de allí.
Riquelme y Di María
La razón real de Messi por Van Gaal viene por otro lado. Y se entiende al ver esa celebración mencionada en su gol durante el partido. Leo festejó el tanto de forma diferente a como lo hace siempre. Se llevó las manos a las orejas y miró a Van Gaal. Esta era la forma en la que siempre celebraba Juan Román Riquelme sus goles.
Riquelme, gran amigo de Messi, es ya un exfutbolista (actual director deportivo de Boca Juniors) que fue uno de los grandes talentos de Argentina. En 2002, en el mejor momento de su carrera y tras dar el salto a Europa, fichó por el Barcelona. El entrenador era Van Gaal. La relación fue muy complida, el entrenador dijo que no había pedido al jugador y ya retirado Riquelme acusó a Van Gaal de arruinarle la carrera.
Realmente solo estuvo medio año con él y después el argentino se fue al Villarreal. Lo que a él le ocurrió le pasa a muchísimos jugadores que en un determinado momento no tienen buena relación con el técnico, pero Riquelme lo tiene aún enquistado y le echa la culpa de que su carrera no despegara en Europa.
Y eso Messi no lo perdona. Eso y que también Di María, otro de sus grandes amigos en Argentina, dijera que Van Gaal fue el peor entrenador que tuvo. Y Leo hizo así de capitán, de líder de sus amigos, y se vengó de esa forma. El asunto es que Van Gaal ni se dio cuenta y en todas las imágenes se le ve descolocado, sin saber por qué hacía eso Messi. Son muchos años de entrenador, con muchos éxitos, como para que hubiera estado pensando en Riquelme o Di María, dos de los cientos de futbolistas a los que ha entrenado.