Modric, junto a sus compañeros, celebra la medalla de bronce

Modric, junto a sus compañeros, celebra la medalla de bronceAFP

Croacia 2-1 Marruecos

Croacia se lleva el bronce y Marruecos, la honra en el partido de consolación

Croacia se llevó de Qatar la medalla de bronce, tras colgarse en Rusia cuatro años antes la de plata. Los hombres de Dalić se despiden del Mundial ganando el partido que ningún equipo, a priori, quiere jugar. El de la consolación. El de la lágrima. Modric se despide de los Mundiales subido al podio. Una bonita forma de despedir de la Copa del Mundo. No jugará más Mundiales, pero es probable que siga deleitando a los suyos en la fase final de la Nations League y, quién sabe, si en la Eurocopa.

A Marruecos le pesaron las piernas al final. Se van con un cuarto puesto y haciendo historia convirtiéndose en la revelación del torneo.

El partido se volvió loco desde el inicio. Bono se llevó un susto cuando, inexplicablemente, en el minuto tres quiso dar un pase y el balón casi acaba en su portería. Un autogol que hubiera sido la imagen del Mundial sin ninguna duda.

Croacia aprovechó los nervios marroquíes y Gvardiol envió a la red un gran remate de cabeza, en una jugada de estrategia diseñada por Modric. El central se desquitaba de su mala actuación ante Argentina.

El central abrió el marcador

El central abrió el marcadorAFP

Con algunos croatas todavía celebrando el gol, llegó la igualada marroquí, gracias a un nuevo remate de cabeza. Dari aprovechaba la dimisión en bloque de la defensa de Croacia poner la igualada en el marcador. Dos selecciones que habían adolecido de la falta de gol conseguían dos tantos en ocho minutos. Mucho tenía que ver el que fuera un partido que ninguno de los dos querría jugar.

El empate trajo la tranquilidad a un encuentro que había vivido un inicio electrizante. Modric quiso volver a poner la chispa y se sacó un disparo con la zurda al que respondió Bono en dos tiempos con agilidad.

La obra de arte de Orsic

Cuando los dos equipos esperaban el descanso. Orsic se inventó un remate a pierna cambiada que enfiló la escuadra y ante el que Bono solo pudo rozar y sacar el balón de su portería que se introdujo tras besar el poste. Un golazo en toda regla de los que sería obligatorio ver en bucle.

El inicio de la segunda parte comenzó con Croacia con ganas de cerrar pronto el encuentro. El disparo desde fuera del área de Kranaric fue rebotado en El Yamiq y a punto estuvo de poner el 3-1 en el luminoso.

Marruecos hizo crack

Los hombres de Regragui se resistían a caer, pero empezaban a pesarles las piernas después de rendir en el Mundial al 120 % . Comenzaron a llegar los calambres y las lesiones musculares: Kramaric dejaba el partido entre lágrimas y Dari y El Yamiq se marchaban con molestias musculares propias del sobresfuerzo. Marruecos se quedaba sin sus dos centrales.

La locura inicial volvió e el minuto 75 cuando Croacia reclamó un más que posible penalti sobre Gvardiol y en la siguiente jugada En-Nesyri tuvo en sus botas el empate, pero Livakovic se encargó de minar el ánimo marroquí con un paradón a bocajarro. Kovacic, a pocos minutos del final tuvo la sentencia, pero su remate fallido dejó el encuentro todavía abierto antes del descuento y En-Nesyri no lo cerró a pocos minutos de que el árbitro pitara el final. Marruecos se quedó sin forzar la prórroga y Croacia se colgó con el bronce. La mejor forma de despedir de los Mundiales a Luka Modric.

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