Modric: felicidades y hasta febrero en Anfield
¡Qué ejemplo! Otro podio en el Mundial. Otra exhibición de amor al fútbol y a su gente. El futbolista total es él, Luka Modric, ese tirillas. Un ángel
Si servidor fuera Ancelotti, en la cama de Modric, allá en Qatar, le estaría esperando un sobre con una breve nota: «Felicidades, hasta el 21 de febrero en Anfield». Y un billete Madrid-Liverpool. Vuelo regular, sí. El pueblo debe estar lo más cerca posible de Luka: a ver si se le pega algo.
¡Qué ejemplo! Otro podio en el Mundial. Otra exhibición de amor al fútbol y a su gente. Se sabe el mejor, luego a los siete partidos se apuntó. Con 37 tacos. Sin parar un minuto. En todas las zonas el campo.
Se señala a cualquier flautista como el futbolista total. Fíjense que, normalmente, por lo que corre, por su fuerza, su potencia, por como salta y choca… Falso. El futbolista total es él, Luka Modric, ese tirillas. Un ángel. Hasta febrero en Anfield, sí.
Porque en nada volverán las Ligas y aparecieron los primeros caídos por la cosa muscular, que es la broma que viene. Están los clubes que no les llega la camisa al cuerpo. Se acaba la fiesta que unos organizan y disfrutan con los artistas que ellos pagan. Y les extraña que haya quienes quiere cambiar el fútbol...
En adelante, que Dios reparta suerte. En tu lucha por un título, una plaza europea, americana o tal, en evitar un descenso. Mundial en noviembre. Queda un partido. Repartir oro y plata. Modric se llevó su metal. Un milagrito. Que lo hiciera indemne es otro.