Macron consoló a Mbappé de forma muy repetitiva en la final del MundialAFP

El excesivo consuelo a Mbappé le estalla a Macron: críticas de «lamentable» y «ridículo»

La oposición y parte de la sociedad censuran que forzara los gestos y exagerara sus ánimos tras la derrota, en la que incluso llegó a dar un largo discurso en el vestuario

Nada más perder la final del Mundial, Kylian Mbappé mostró en el césped del Estadio de Lusail su decepción por no haber conseguido su segundo título pese a marcar tres goles en la final. En ese momento una figura irrumpió a su lado: Emmanuel Macron.

El presidente francés, gran aficionado al fútbol, se ha llevado una oleada de críticas en su país por esa imagen y también por el largo discurso que dio a los jugadores galos en el vestuario cuando todos estaban hundidos. Una parte de la oposición política ha mostrado su descontento por el protagonismo de Macron al término del partido en Qatar

Sus gestos, su 'pesadez' con Mbappé, al que consoló de una forma excesiva y su presencia continua nada más caer derrotados ha elevado la tensión política en Francia. Por ejemplo, Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, por boca de su vicepresidente, Sébastien Chenu, lo calificó de «totalmente ridículo»: «Era un poco lamentable verlo pegarse como un crampón a Mbappé». El primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, le echó en cara el carácter «inoportuno y desagradable» de sus gestos.

Además de consolar durante varios segundos a Mbappé y más cuando se percató de que la cámara le grababa, Macron se metió en el vestuario para dar un largo discurso cuando los jugadores estaban cabizbajos y seguramente deseosos de no escuchar a nadie. «Hicisteis soñar a millones de franceses que hasta ahora, y todavía hoy, han vibrado», dijo en el vestuario.

«Escuchadme con atención. Sois un gran equipo porque no creo que ningún otro equipo hubiera podido remontar dos veces y estar tan cerca de ganar el partido. Tuvisteis el corazón, el hambre, las ganas y el talento para ir a por ello», añadió Macron, que dio las gracias a los jugadores y terminó con un «viva la República y viva Francia».

Además de las críticas políticas son habituales también entre la sociedad y en los periódicos en estos días. Se considera que Macron se excedió con los gestos, hizo comunicación política excesiva en esta derrota y aprovechó ese momento tan relevante –fue el partido de fútbol más visto en Francia en toda la historia– para forzar gestos populistas.

El Gobierno francés ha tenido varios rifirrafes con la Federación Francesa de Fútbol y el último se evidenció tras la final. La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, dijo tras perder que habría recibimiento a los futbolistas en París, como así finalmente fue, pero el presidente de la Federación –con mala relación con la ministra desde hace tiempo– no estaba por la labor de ese homenaje porque los jugadoes no estaban de humor.