Las cinco diferencias con las que Luis de la Fuente se aleja de Luis Enrique

Amable en cada respuesta, sin prisa para atender a todos los periodistas, con risas y un poco nervioso por estar «emocionado», Luis de la Fuente se ha presentado a España confirmado ya como seleccionador nacional de fútbol. Su papel no es fácil: sustituye a un entrenador muy mediático, al que le gustaba estar en el centro de todo, y él es un técnico tranquilo, no conocido por gran parte de los aficionados.

Ese hándicap de que no sea un entrenador muy conocido la resuelve él con un ruego de confianza. «Si hay alguien que conoce el presente y futuro del fútbol español soy yo», dijo para que el aficionado le pueda dar un punto de esperanza. Lo que dejó claro, ya en su primera rueda de prensa, fue que es bien diferente a Luis Enrique.

Calma, respuestas y respeto

En el plano personal, a Luis de la Fuente se le vio cómodo con los periodistas, sin límite de preguntas y estando todo el tiempo que se necesitara. Esa es la primera gran diferencia. No le hace esto mejor seleccionador (y tampoco mejor persona), pero sí recuperó la educación y la tranquilidad en una rueda de prensa. De la Fuente trató a los profesionales de la información con respeto, les contestó a todo lo que le preguntaron y a todos se dirigió por su nombre.

Es esto toda una novedad en algo que no debería serlo. Y es que a Luis Enrique lo de ir a la rueda de prensa y contestar a preguntas profesionales (y no de aficionados en su casa que no tenían ninguna complicación más allá de chascarrillos) le irritaba. El anterior seleccionador nunca se ha sentido bien en ese plano profesional.

Ante un Luis Enrique que en su últimos días se le vio agrio e irritado, Luis de la Fuente se presentó con una sonrisa, con risas nerviosas fruto de la emoción y lo hizo con la calma que le da ser un hombre tranquilo. Habló de todo con naturalidad sin buscar el momento del titular. No retó a ningún periodista. Analizó cómo será su fútbol. Nueva diferencia.

De la Fuente tiene una idea de juego, sí, pero esa idea si no funciona se cambiará. «Trato de incorporar matices para enriquecer la gran base del fútbol español» dijo, a la vez que señaló que él está «abierto a todo». Por si no había dudas, lo especificó minutos después: quiere «tener un equipo completo con diferentes registros». Es la tercera gran diferencia.

Esto es todo lo contrario a Luis Enrique, cuyo modelo de juego se basó en una sola idea totalmente excluyente. Y pasara lo que pasara jugaría a esa idea que en Qatar se ha demostrado insuficiente. Ni necesitando un gol ante Japón y otro ante Marruecos cambió el asturiano esa idea. Solo tuvo un registro con el que además basó su convocatoria: media plantilla eran suplentes que además sabían que lo eran y que no molestarían porque era ya todo un éxito ir a Qatar.

Los mejores jugadores

Otra idea que cambiará -la cuarta- es precisamente esa, la de cerrar la puerta a jugadores por cuestiones personales o porque solo hay una idea de juego. «Tenemos que tener a los futbolistas que en ese momento entendemos que estén mejor. Esa es nuestra línea de trabajo. Tener a los jugadores que están en mejor momento para ese partido en concreto», dejó claro De la Fuente. Es también lo contrario a Luis Enrique: el anterior seleccionador se jactó abiertamente de llevar a los suyos, no a los mejores.

Por último, y aunque sirva de anécdota (aunque a la larga se nota), Luis de la Fuente dejó claro que él no tiene ningún tipo de redes sociales. No era un 'palo' a Luis Enrique, ya que él lo dijo en referencia a algunos perfiles que han aparecido y que le usurpan su identidad. Pero es evidente una diferencia: el anterior seleccionador hizo de su figura en Twitch y ahora vive allí, entrevistado a su vez con Ibai. Y se centró más en cómo ganarse a la gente a través de las redes sociales que en saber cómo se marca un gol a Marruecos.