Francia tampoco dejará jugar a Djokovic si no se vacuna

La ministra de Deportes francesa, Roxana Maracineanu, ha anunciado que todos los participantes de Roland Garros deberán estar vacunados. Este mensaje rectifica la posición del gobierno galo y limita aún más el calendario de Novak Djokovic.

Tras la decisión de Australia de expulsar del país al tenista serbio, impidiéndole participar en el primer Grand Slam de la temporada, Maracineanu ha publicado un mensaje en redes sociales anunciando este cambio en la legislación sobre las vacunas: «será obligatorio para entrar en los espacios ya sometidos al pasaporte sanitario (estadios, teatros o salones) para el conjunto de los espectadores, de los practicantes, de los profesionales, franceses o extranjeros».

La ministra aprovechó para agradecer al mundo del deporte su acción de «convicción de los últimos y pocos no vacunados».

Cambio de opinión

La propia Maracineanu había asegurado hace solo unos días que se realizarían excepciones entre los tenistas no vacunados para que pudiesen jugar en París el gran torneo sobre tierra batida. 

Lo justificó con el argumento de que en las competiciones internacionales rigen los «protocolos obligatorios impuestos por las federaciones» que, según dio a entender, estarían por encima de la normativa francesa.

Ahora, el proyecto de ley sobre el certificado de vacunación, que tiene que superar un recurso ante el Consejo Constitucional, impondrá la inmunización para acudir a bares, cines, eventos deportivos e incluso para utilizar los transportes públicos de larga distancia.

Este cambio legislativo se alinea con las últimas declaraciones públicas del presidente de Francia contra los antivacunas. Emmanuel Macron aseguró que su intención es «fastidiar» (emmerder) a aquellos que no quieran inmunizarse contra el coronavirus.

Expectación en Belgrado

Donde esperan con los brazos abiertos la vuelta de Novak Djokovic es en Serbia. Tras salir de Australia con destino a Dubái, se espera la llegada del tenista a su país hoy mismo. 

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, no dudó en defender a su compatriota y acusó a las autoridades australianas de mentir y de «intentar humillar» al tenista número uno del mundo.