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Nadal y Djokovic, antes de la ceremonia de premios en el Open de Australia de 2012GTRES

Rafael Nadal, Novak Djokovic y el asalto 59

Fue en 2011 cuando el serbio alcanzó el número uno por primera vez y comenzó el combate que once años después continúa

Hace once años que Novak Djokovic, el número tres del mundo, hasta entonces un escalón por debajo de Rafael Nadal y Roger Federer, noqueó por primera vez al español. Hasta aquel día en la final de Indian Wells, las peleas entre ambos solían caer sin apenas sorpresas del lado del campeonísimo de Roland Garros.

El serbio le volvió a derribar una semana después en Cayo Vizcaíno para confirmar su cinturón de los pesos pesados del tenis, algo que no hizo más que mostrar durante toda aquella temporada en que se convirtió en el más grande. Nadal visitó la lona aquel año de una forma contundente, pues el más grande antes, 365 días antes, era él.

Tenis en el cuadrilátero

Si Djokovic no hubiera golpeado de aquella forma, Nadal podría haber repetido su 2010 triunfal, pero se quedó a las puertas, vencido y superado en el cuadrilátero en el que se había convertido (casi sin que nadie se diera cuenta) la lucha por el trono del tenis mundial. Desde entonces los dos fueron cayendo alternamente, unas veces más uno, otras veces más otro, derribados por la furia de su contrario.

Nadal y Djokovic al comienzo de la final de Roland Garros en 2014©GTRESONLINE

Salvo en 2015 y 2016, los años en que Nadal pareció que abandonaría la pelea antes de su resurgimiento triunfal en 2017, la historia de los dos más grandes púgiles de la raqueta (esa historia ya tuvo otros antes, pero nunca mayores: Borg y McEnroe, Becker y Edberg, Agassi y Sampras o Nadal y Federer) ha continuado hasta el presente y este martes (20.45 h) va a tener lugar el asalto 59, un número solo a la altura de sus protagonistas.

Cincuenta y nueve asaltos es un combate descomunal, con 30 a 28 para el de Belgrado en el cómputo de los jueces

Cincuenta y nueve asaltos es un combate descomunal, viajero y atemporal sobre todas las superficies de la tierra. 35 años del serbio por los 36 que está a punto de cumplir el mallorquín. 30 a 28 para el de Belgrado en el cómputo de los jueces. 7 a 2 en Roland Garros y 18 a 8 en tierra.

Solo diez de los 28 triunfos de Nadal han sido fuera de la arcilla, el suelo del asalto 59 donde el español es el rey indiscutible y donde, sin embargo, el serbio es favorito hasta en palabras de Rafael. Llegado Novak a París en plenitud física y mental, en sentido inversamente proporcional a su oponente, que casi con desesperación busca encontrar la altura inmensa, la mayor de su vida, de principios de año sin ya casi tiempo.

La noche de Djokovic

Djokovic jugará, además, por la noche sobre la tierra húmeda de la Philippe Chatrier, el peculiar tapete de polvo de ladrillo donde el año pasado demostró que es mejor que su enemigo de siempre: Nadal, el jugador que continúa haciendo lo imposible sobre una pista de tenis casi solo con la cabeza, desprovisto de casi todos sus miembros a causa del terrible dolor de una pelea de más de tres lustros, durante más de una década al ritmo de un último asalto.