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Alcaraz celebra con rabia uno de sus puntos a StruffEFE

Alcaraz resucita en su estreno en Wimbledon tras tocar la derrota en un partido al límite ante Struff

El tenista español pasa a segunda ronda en un encuentro durísimo ante el alemán que duró más de cuatro horas (6-4, 5-7, 6-4, 6-7 y 4-6)

El primer punto de Alcaraz fue de saque directo. Y el primer juego se lo llevó en blanco. El murciano se presentó en Wimbledon como un ciclón, como si tuviera que decirle a alguien que en hierba también va a dar guerra. No fue así, todo lo contrario. Carlitos vivió un encuentro durísimo ante el alemán Struff en el que se salvó del naufragio en el tramo final, ese en el que destacan los campeones (6-4, 5-7, 6-4, 6-7 y 4-6).

Techo cerrado en Londres -la lluvia interrumpió muchos partidos en las pistas sin cubierta- y Alcaraz con un vendaje en su brazo derecho, fruto de sus molestias en el codo. Blanco impoluto, por supuesto. Hay tradiciones que se van de Wimbledon, pero esta aguanta. La primera manga se le fue tras caer en la trampa de Jan-Lennard Struff, que estaba en modo peleón y le llevó al límite con cada juego alargándolo al deuce y exigiéndole al máximo. Era el aviso de la tónica general de un día muy duro para Carlos Alcaraz.

Y Struff dominando, porque se llevó la primera manga (6-4) con una fuerza física y un brazo imponente. Estuvo soberbio al saque y no se hundió en ningún momento. Es el número 155 del mundo. Ver para creer. Este lunes parecía top ten.

A Carlitos le vino mal el debut en la hierba. Estuvo desacertado, superado. Estaba nervioso. Los puntos que normalmente le entraban ahora se le iban fuera. Era inentendible. No podía ante el arreón alemán.

Sufrió el murciano con su servicio y de vez en cuando sacaba el puño. Pero le costaba muchísimo todo. El público estaba con él, Londres quiere también disfrutar del huracán Alcaraz. Wimbledon, el torneo de la dureza. A la misma hora Alcaraz sufría ante el 155 del ranking ATP y Djokovic jugaba asustado ante el 81, el coreano Soon-Woo Kwon.

Alcaraz coge impulso

En el segundo set fue aguantando Alcaraz como podía, sin alardes, sin convicción. Pero en el quinto juego rompió el saque de Struff y le dio el impulso que le había faltado en la hora y cuarto anterior. No es que fuera un paseo militar, pero remontó el vuelo. Tuvo bola de set con 4-5, pero la desperdició. Por eso tuvo que esperar tres juegos más, otra vez al saque de Struff, para hacer el break definitivo y llevarse el set (5-7), que fue otra vez larguísimo. A Alcaraz se le veía ya más animado.

Struff maneja los tiempos

La tercera manga comenzó con el murciano luchando por cada punto, incluso aquellos que eran literalmente imposibles. Corrió de un lado a otro de la pista con el alemán disfrutando al saque. Hubo igualdad, como en todo el partido. Pero con 3-3 Struff hizo un break y se despegó. Otra vez Alcaraz al límite. Con 5-3 y al saque el español se defendió con un juego en blanco, pero había llegado ya tarde.

El alemán a su servicio estuvo enorme y se llevó el tercer set con un último juego en blanco y con saque directo (6-3). La imagen de Struff resoplando ante un impensable fallo de Alcaraz mandando la pelota a la red, como pensando de la que se había librado, fue el perfecto resumen a todo.

El alemán Jan-Lennard Struff, rival de Alcaraz en primera rondaEFE

Había que ver varias veces el ranking ATP para creer que este alemán de 32 años esté tan abajo en esta clasificación. Un número 155 siendo superior al séptimo tenista del mundo, totalmente desdibujado en ese momento en Wimbledon. En ese momento estaba ya al borde del KO, superado también psicológicamente porque además Struff no se vino abajo en ningún momento. Nos habían cambiado a Alcaraz o a lo mejor es que nos había malacostumbrado.

Este muerto está muy vivo

Cada juego era un mundo, larguísimo. La batalla fue total, propia de una ronda más avanzada que la primera en la que se quedó Alcaraz. Ninguno ganaba fácil y los dos se retaban en juegos en los que ambos estaban al límite. El español se tambaleó en la cuarta manga, agonizando por momentos a su saque. Costaba la vida sacar adelante un juego aunque de repente le daban arrebatos con final feliz. Al menos se mantenía vivo, pero cada vez que se encontraba con bola de break no la podía cerrar.

La quinta y última manga, como todo el partido, fue un canto al tenis, un brindis al deporte de competición. Era un disfrute ver este partido con dos profesionales frente a frente dando todo de sí

Clave fue entonces el octavo juego del cuarto set. Con 3-4 a favor tuvo Alcaraz tres momentos para hacer break. Ninguno lo aprovechó y Struff salvó su servicio haciendo un saque directo en el segundo. De esos golpes anímicos que marcan el deporte, pero Alcaraz lo superó ganando su saque. El problema fue que el alemán también estuvo imponente a su servicio. 6-6, al tie-break y el resurgir. Fue aquí cuando Carlitos vivió su mejor momento. Arrasó en este desempate y la grada se puso en pie. Su último punto en el tie-break sacó la mejor versión de su tenis, con un precioso passing. Cerró el cuarto set con triunfo cuando ya se veía el duelo perdido (6-7).

Final: una victoria durísima

La quinta y última manga, como todo el partido, fue un canto al tenis, un brindis al deporte de competición. Era un disfrute ver este partido con dos profesionales frente a frente dando todo de sí, con el alemán aguantando en el partido de su vida. Los dos dejaron puntos que estarán a buen seguro en el resumen final de Wimbledon, con jugadas que hicieron levantar al público, claramente a favor de Alcaraz.

El español estaba crecido. Venía de tocar la eliminación y había resurgido vaya a saber cómo. Pero aún con la mejor versión de Carlos, Struff seguía luchando con fuerza. Y ya iban por las cuatro horas de un partido en el que Alcaraz se estrelló una y otra vez con las bolas de break. Tuvo hasta 14 y solo aprovechó dos, pero la última... la última fue la clave.

Alcaraz celebra un punto en el sufrido duelo ante StruffEFE

Con 4-4 en este último set le rompió el saque y se puso 4-5 con servicio para ganar un duelo durísimo con tintes épicos. No lo desaprovechó y pasó a segunda ronda. El esfuerzo fue mayúsculo, bien podía parecer que sería para pasar a una final. Pero no, era un simple paso a segunda ronda. Este ha sido uno de los partidos más duros en los últimos meses de Alcaraz. Resucitó para ganar un encuentro que tenía perdido.