Nick Kyrgios, a gritos contra el juez de silla, el público y su banquillo en la final de Wimbledon

Era algo esperado. Nick Kyrgios ha perdido los papeles durante la final de Wimbledon, partido que disputa este domingo ante Novak Djokovic. El tenista australiano, que se clasificó a la final sin jugar la ronda de semifinales por la retirada de Nadal, ha protagonizado otro de esos momentos desagradables en el mundo del deporte.

Tras ganar el primer set por 4-6, Kyrgios perdió por 6-3 el segundo set y Djokovic, en el tercero, le hizo una rotura de saque que le hizo estar al serbio por delante en esa tercera manga. Con 5-4 y con saque para Novak, el australiano comenzó a gritar y a montar su espectáculo mientras estaba sentado a la espera del cambio de pista.

Mientras el juez de silla le pedía calma, Kyrgios comenzó a gritar que «por qué» se tenía que callar, a la vez que afeaba a su gente (entrenadores, amigos, familiares...) que no le animaran durante los peores momentos de la final. El australiano se dirigió a su box a viva voz a la vez que el juez le pedía tranquilidad.

Contra él también cargó Kyrgios, que siguió gritando a su gente a la vez que también hablaba él solo. Era su show habitual. Ya antes la había 'liado' el tenista australiano al pedir que el juez del duelo ante Djokovic «echara» a una aficionada que según él le estaba criticando en cada apunto. De esta mujer llegó a decir que «está borracha». Esta actitud fue sancionada por el árbitro con un warning, un primer aviso por mal comportamiento ante el público.

Fiel a como es, Nick Kyrgios también comenzó a gritar sin sentido alguno cuando perdió el segundo set, momento en el que Djokovic igualaba la final, o también en otros momentos en los que la gente de su box se llevó toda la bronca.