La nueva Copa Davis de Piqué: menos atractiva y más problemática para los jugadores
Los tenistas solo disputan la competición por el dinero que les da, pero echan en falta la tradición del antiguo formato
Valencia, 2018. Una plaza de toros abarrotada vibra con la gran gesta que David Ferrer protagoniza en la Copa Davis tras ganar al alemán Philipp Kohlschreiber en casi cinco horas. El ambiente de ese fin de semana fue el perfecto ejemplo de cómo era la antigua Copa Davis. Y eso es con lo que terminó Piqué con el apoyo de la ITF (Federación Internacional de Tenis) y con las promesas incumplidas de mejores premios económicos y un mayor espectáculo.
La realidad es que la Copa Davis era un torneo en el que se creaba una atmosfera imposible de ver en otra competición y donde tenistas desconocidos para el gran público se convertían en héroes nacionales al ser llevados en volandas por los aficionados. Ahora es una competición sin alma y sin tradición y en la mayoría de ocasiones con el estadio vacío. También se han perdido esas batallas a cinco sets y la preparación de la pista por parte del equipo local, donde el anfitrión buscaba hacer una cancha que minimizase las virtudes de sus rivales, como las famosas pistas anti-Nadal que preparaba Francia.
La fase de grupos de esta Copa Davis ha vuelto a evidenciar las carencias en la gestión de Piqué. El formato utilizado no convence a nadie y, lo que es peor, prácticamente ningún aficionado conoce bien cómo funciona. Además, el hecho de que se dispute en sede neutral hace que muchas series pierdan interés, pues por ejemplo el Corea del Sur-Canadá se jugó en Valencia con un estadio prácticamente vacío, algo que no habría sucedido de disputarse en uno de estos dos países. También cabe destacar que este formato llegó para aligerar el calendario de los jugadores, algo que finalmente ha sido al contrario, pues mientras que con el antiguo formato la competición comenzaba el viernes siguiente a la final del US Open ahora lo hace el martes.
Esto ha generado que por ejemplo Carlos Alcaraz no pudiese disputar la primera serie. A esto hay que añadirle que antes se disputaba solamente una eliminatoria por convocatoria y ahora se juega ante tres equipos distintos, uno cada día. Los cambios que ha introducido Piqué este año han vuelto a suponer un paso hacia atrás en este torneo que temporada tras temporada va perdiendo interés y lo único que consigue es que los grandes tenistas decidan bajarse del torneo, como ha sido el caso de Rafa Nadal o Novak Djokovic. La competición de la ensaladera ha pasado de ser un clásico del tenis a ser un torneo sin más en el que muchos tenistas solamente lo disputan por el dinero y no por la emoción que supone defender a tu país en una copa tan legendaria.
Sin la magia de la Davis
Este torneo siempre se había caracterizado por vivir ambientes increíbles en los que sucedían cosas impensables en cualquier otro torneo. La Davis transformaba a algunos tenistas que ejercían de matagigantes cuando se ponían la camiseta de su país. Sin embargo ahora eso no sucede, pues los partidos ya no son a cinco sets y en la mayoría de ocasiones al público le es indiferente quién gane el partido. Además, muchas series se disputan sin nada en juego, cosa que antes no sucedía.
La federación más crítica con Piqué desde que empezase este nuevo formato ha sido la francesa, que una vez más se ha posicionado en contra del jugador catalán, esta vez de la mano de su presidente, Gilles Moretton: «A Piqué no le importa el tenis», comentó en L'Equipe. También ha sido muy crítico con este formato todo un campeón de Davis como Nicolas Mahut: «No atrae a nadie», a lo que también añadió que «no todos los equipos juegan en las mismas condiciones».
Otra cosa que está generando dudas en los jugadores es el cambio de formato cada año. Antes la Copa Davis seguía año tras año el mismo esquema, mientras que ahora la empresa de Piqué no da con la tecla y las tres ediciones que se han disputado lo han hecho de distinta forma. El nuevo formato llegó como una bocanada de aire fresco para una competición que necesitaba un cambio, pero que por el momento, con las novedades introducidas, solo ha conseguido que pierda interés.