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Rafa Nadal volvió a sufrir una lesión durante un partido de Grand SlamEFE

La maldición de Nadal en los Grand Slam: once ausencias, cinco retiradas y un sinfín de lesiones

El ganador de 22 títulos de Grand Slam vuelve a sufrir problemas físicos que le impiden competir como a él le gustaría

«Estoy mentalmente destrozado». Así comenzó Rafa Nadal la rueda de prensa posterior a su derrota en la segunda ronda del Open de Australia 2023. Una nueva lesión, la enésima en su carrera, ha vuelto a suponer un alto en el camino del español, que tenía la ilusión de poder revalidar el título conseguido la temporada pasada y poner distancia en la lucha que mantiene con Novak Djokovic por ser el jugador con más títulos de Grand Slam de la historia.

Nadal se marcha de Melbourne totalmente desolado después de luchar ante Mackenzie McDonald sin prácticamente argumentos para poder hacerlo. Cojo, impedido para golpear de revés y sin apenas movilidad, Rafa intentó sacar adelante su partido, pero sus esfuerzos no fueron suficientes. El buen hacer del americano, que estuvo realmente inspirado, y el miedo del español a que el problema pudiera ir a más, impidieron que Nadal volviese a hacer una de esas machadas tan habituales en los últimos años.

Una situación «frustrante»

«Estoy cansado y frustrado por estar en procesos de recuperación de lesiones en gran parte de mi carrera. Pero siempre lo he aceptado», respondió Nadal al ser cuestionado por la lesión que tiene y el tiempo que tardará en volver a las canchas de tenis. Un regreso que ya hay quienes ponen en duda, pues muchos consideran que la retirada del español está cada día más cerca, pues es difícil lidiar día tras día con tantas lesiones y además el balear parece harto.

Esta lesión es una más para Nadal, que ya acumula muchas decepciones por este motivo en los Grand Slams. Desde 2021, el español se ha perdido dos 'majors' por lesión (Wimbledon y US Open 2021), además de jugar tocado físicamente (Roland Garros 2022 y US Open 2022) o de tener que abandonar durante el torneo (Wimbledon 2022). Una situación que no le impidió reinar en París a pesar de jugar con el pie completamente anestesiado, pero que a largo plazo era insostenible y además cada torneo le aparece un problema físico distinto.

Pie, costilla, abdominal y cadera son las últimas lesiones que han impedido a Nadal aumentar su palmarés en Grand Slams. El balear ha sufrido todos estos problemas físicos en los dos últimos años y su cuerpo empieza a decir basta, ya que todo se suma a los numerosos problemas de rodilla que ha tenido el español a lo largo de su carrera y al auténtico calvario que lleva viviendo desde 2018, donde no hay ninguna temporada sin tener que parar por algún problema o donde las lesiones no acaben con sus esperanzas en algún 'major'.

La carrera del balear siempre ha estado muy marcada por las lesiones, una situación que también han sufrido Roger Federer y Novak Djokovic, pero en menor medida, ya que el español ha tenido problemas en prácticamente todos los lados del cuerpo, pues a los ya mencionados se suman también la espalda (2015) , la muñeca (2016) o el cuádriceps (2018), dolencias que también le tuvieron apartado de las canchas un tiempo.

A pesar de todas estas lesiones, Nadal ha encontrado la forma de convivir con el dolor y han sido varios los grandes torneos que ha conseguido levantar aún estando lesionado. El que más destaca es sin duda Roland Garros 2022, donde saltaba a pista con el pie completamente anestesiado y cada partido que jugaba se especulaba con que podía ser su retirada. De hecho, en la despedida de Federer llegó a admitir que pensó que sería su último torneo.

Los contratiempos físicos han sido compañeros de Nadal. Son 12 los torneos de Grand Slam a los que ha faltado por culpa de las lesiones desde que arrancó su carrera. Ya en 2003, dos antes de su primera gran victoria, no jugó Roland Garros por una lesión en el codo. A otros tantos llegó muy mermado físicamente y no en las mejores condiciones. Especialmente recordada, para mal, fue la final del Open de Australia 2014 cuando tenía en su mano el título y la espalda, ante Wawrinka, le dijo basta.

La dificultad de coger ritmo

La lesión en el Open de Australia vuelve a poner de manifiesto que la carrera de Nadal está llegando a su fin, ya que sus problemas físicos empiezan a afectarle en su día a día, de hecho, antes de que encontrase un tratamiento efectivo para el escafoides, el balear cojeaba al andar y estaba poniendo en riesgo su futuro.

Además, coger ritmo competitivo es cada vez más complicado y aunque Nadal no quiere ni oír hablar de su retirada, es consciente de la dificultad que tiene poder pelear por los Grand Slams sin nada de ritmo y con numerosas molestias: «No podemos engañarnos con un discurso optimista. Yo quiero seguir jugando al tenis, pero mis sensaciones son malas. Es muy difícil coger la forma si se tienen continuamente parones. Necesito evitar que el tiempo fuera de la pista sea largo. He pasado siete meses casi sin jugar y no puedo estar otra vez mucho tiempo fuera. Sería difícil encontrar el ritmo y volver a ser competitivo».