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Daniil Medvedev, en su duelo de cuarta ronda del Mutua Madrid OpenMMO

La sorprendente queja de Medvedev sobre la pista de Madrid

  • El tenista ruso no estaba nada de acuerdo con tener que jugar en la pista Arantxa Sánchez Vicario y trasladó sus quejas al supervisor del torneo

  • Rune y Medvedev, los tenistas que se encaran con el público de Madrid

Daniil Medvedev ha sido uno de los tenistas que más ha dado que hablar en este Mutua Madrid Open. El tenista ruso se enfrentó al público en la jornada del lunes y este martes ha vuelto a tener varias polémicas. Además de tener sus más y sus menos con los aficionados, el número 3 del mundo también se ha quejado a la organización por el hecho de que le hayan puesto a jugar en una de las pistas secundarias.

El ruso había disputado sus dos partidos hasta la fecha en la pista central y el cambio no le ha sentado nada bien. De hecho, ha terminado perdiendo ante su compatriota Aslan Karatsev (121 del mundo) y se le ha visto completamente desesperado por tener que jugar en una pista en la que, en su opinión, no debería estar un jugador de su talla.

«Estoy en desventaja», le comentaba al supervisor argumentando que su oponente llevaba ya varios partidos en esa pista y que él todavía no la había pisado. En concreto, el ruso se quejaba de su posición para el resto, ya que es un jugador al que le gusta estar muchos metros por detrás de la línea de fondo y en una pista como la Arantxa Sánchez Vicario consideraba que esto no era posible.

«No entiendo por qué en la cuarta ronda de un Masters 1000 tengo que jugar aquí», continuaba quejándose Medvedev mientras el supervisor no encontraba la forma de tranquilizarle, ni sabía muy bien que decirle para rebajar su enfado.

Finalmente, y tras amenazar con dar varios golpes a las vallas publicitarias, el ruso se tranquilizó y siguió jugando el partido. No obstante, no encontró la manera de levantar el choque y vio cómo se le escapaba una nueva oportunidad de ganar un título sobre tierra batida, ya que recordemos que a sus 26 años e incluso habiendo sido número uno del mundo, se le sigue resistiendo.