Carlos Alcaraz va muy en serio en Wimbledon y remonta un durísimo partido ante Berrettini
El tenista español está ya en cuartos del Grand Slam de la hierba al superar un complicado duelo que empezó perdiendo (3-6, 6-3, 6-3 y 6-3)
Carlos Alcaraz, ahora sí, va muy en serio en Wimbledon. Este lunes ha superado un durísimo escollo, el que le ha montado el italiano Berrettini. Remontando, superando duras adversidades y mostrando una capacidad enorme para salir adelante y mostrar una clara candidatura al título del Grand Slam de la hierba (3-6, 6-3, 6-3 y 6-3).
El número 1 del mundo defendió esa vitola. Y lo hizo resurgiendo cuando más le pedía la exigencia. Arrancó mal, pero Carlitos supo remontar. Esa es la clave de este partido. También Alcaraz funciona en situaciones límites y en una hierba que no es su superficie predilecta, pero a la que sí le está cogiendo el gusto.
A Alcaraz le pesó al inicio del duelo no aprovechar dos oportunidades de romper el saque del italiano, lo que hubiera supuesto arrancar a lo grande. Dos bolas de break que desaprovechó, lo que no hizo Berrettini más adelante. Con igualdad al servicio durante siete juegos, Carlitos perdió su saque al octavo, clave en el devenir del primer set. Las dos bolas de break que él no ganó sí las aprovechó su rival. Y después al saque certificó el set (3-6).
Al italiano, número 38 del mundo, se le veía cómodo en lo mental. Creyó que era posible la hazaña de eliminar al número uno del mundo. Jugaba con golpes intensos, con gestos muy contundentes. El lenguaje corporal era más ganador que el de Alcaraz, que tuvo que remar y eso merma la capacidad física y psicológica.
Resurge Alcaraz
Luchó entonces el español contra sí mismo. En el arranque del segundo set salvó in extremis su saque, desperdició otra bola de break pero sí la aprovechó en el cuarto juego, cuando se recuperó completamente. Ahí sí vimos al Alcaraz que debemos ver. Se vino arriba, hizo juego en blanco a saque de Berrettini y encarriló el set sin problemas (6-3).
Puño en alto para celebrar el empate en el partido, la remontada comenzó en lo mental, en sentirse fuerte en un partido largo, duro, acorde a lo que es un Grand Slam. Pero Alcaraz ya estaba situado sobre la central de Wimbledon, se acomodó al escenario de remontada.
La clave la podríamos poner en el tercer juego del tercer set. Ahí Alcaraz despegó. Y lo hizo porque fue un juego larguísimo en una lucha brutal entre uno y otro, una batalla preciosa que engrandeció al tenis. Sacaba Berrettini y salvó hasta cinco bolas de break. Fue una agonía que terminó con una rotura de Carlitos, tan clave que fue lo que verdaderamente decantó la balanza.
Este tercer set, que era básico en un partido muy igualado, terminó con otro break de Alcaraz para cerrar el triunfo con un nuevo 6-3, el mismo resultado de los anteriores set. Necesitó tres bolas para ello porque en lo que sí fallaba Carlos era en no cerrar de primeras las oportunidades que tenía. Pero benditos fallos si inmediatamente después son aciertos.
Se para el partido...
A Berrettini fácil no iba a ser ganarle. Y este duelo de octavos se interrumpió en el cuarto set con 2-2 para cerrar el techo retráctil de la pista central. Se quejaba el italiano de que ya quedaba poca luz en Londres, que había que cerrar el techo. Sus demandas fueron escuchadas y durante 15 minutos se fueron a vestuarios.
... Y Alcaraz gana
La tensión tras esto fue máxima. Se notaba en el ambiente que había más nervios que otra cosa. Y ahí Alcaraz se creció para pasar a cuartos y mostrar candidatura en este Grand Slam tan imprevisible. El murciano dio el golpe en el momento más relevante, una rotura al italiano ante la que ya Berrettini apenas tenía tiempo para recuperarse.
Al saque Alcaraz llegó a necesitar de cuatro bolas de set ante la insistencia de su rival de seguir vivo, de querer aguantar algo más en la central de Wimbledon. Pero este partido era de Carlitos, directo a cuartos, directo en realidad a hacer historia sobre la hierba de Londres.