Carlos Alcaraz tiene ya una bestia negra: los motivos por los que le cuesta tanto enfrentarse a Sinner

«Estaba fuera mentalmente». Así dejó Yannik Sinner a Carlos Alcaraz en las semifinales del ATP de Pekín, tal y como reconoció el español en la rueda de prensa posterior. El murciano aterrizó en China con el objetivo de recortar distancias con Novak Djokovic en la pelea por el número 1 y el primer torneo no ha ido como se esperaba al comienzo de la gira. Otra vez el transalpino ha frenado en seco a Carlitos y ya es la cuarta vez que lo logra.

En esta ocasión fue incluso más llamativo que las veces anteriores por la contundencia con la que lo hizo y porque Sinner llegaba a este choque entre algodones. El italiano vomitó durante su partido de cuartos de final después de comer algo en mal estado y afrontaba el encuentro con dudas sobre si iba a poder estar al 100 %, ya que su malestar en su duelo ante Dimitrov llegó en la recta final, por lo que su sufrimiento no fue demasiado largo.

Sin embargo, esto no frenó a Sinner, que salvo al inicio del encuentro se mostró muy superior a Alcaraz, que una vez más volvió a chocar con un muro que no encuentra la forma de atravesar, por un lado por los méritos del italiano, pero por otro por repetir los mismos errores que en anteriores enfrentamientos.

Ahora mismo la realidad es clara. En las siete batallas que han tenido hasta la fecha Sinner siempre ha puesto en aprietos al murciano, incluidas las tres que se llevó Alcaraz, pues en una de ellas tuvo pelota de partido con su servicio y fue más la garra que el tenis lo que hizo a Carlitos remontar.

Motivos de la superioridad de Sinner

Jannik es un tenista al que le gusta jugar plano tanto con su derecha como con su revés, algo que también le gusta a Alcaraz. El problema llega en la velocidad de la pelota, ya que Sinner se adapta al ritmo de bola del contrario y hace mucho daño al español, que trata de llevar siempre la iniciativa del punto y ante el transalpino se termina viendo afectado por su propia potencia, pues Sinner no tiene problemas en que le marquen el ritmo.

Posiblemente, madurar más los puntos y atraer a la red al italiano –donde no se maneja nada bien– sería una mejor estrategia, ya que de fondo de pista es complicado ganarle la batalla a un jugador que vive pegado a la línea de fondo y al que no le cuesta nada desplazarse de lado a lado. En cambio sufre mucho si tiene que correr hacia delante o hacia atrás.

El otro problema que está teniendo Alcaraz ante Sinner es la gran cantidad de oportunidad de break que desperdicia, algo que le ocurre en la mayoría de sus partidos, pero que ante el italiano se acrecienta aún más. En los siete partidos que han jugado, el español ha hecho 19 breaks, que está bien, pero no tanto si tenemos en cuenta que ha tenido 71 oportunidades. Es decir, un 26,7 %.

La lógica hace pensar que Carlos Alcaraz se medirá en muchas más ocasiones al transalpino, por lo que tiene tiempo para encontrar sus puntos débiles y darle la vuelta al cara a cara, pues cabe destacar que es ante el único jugador al que se ha enfrentado en más de tres ocasiones con el que lo tiene perdido. Ni siquiera con Djokovic (2-2), Medvedev (2-2) o Rune (2-1) lo tiene perdido (ante Nadal pierde 2-1).