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Jannik Sinner está llamado, junto a Alcaraz, a ser el relevo generacional en el tenisEFE

Jannik Sinner, el compañero de generación de Alcaraz que cambió el esquí por el tenis

Muchos no le conocerán, pero está haciendo méritos para que se le reconozca. Nació el 16 de agosto de 2001, tiene tan solo 22 años y es italiano. Y ha firmado un año 2023 para enmarcar. Sin embargo, lo curioso de su historia es que empezó a destacar en el tenis a los 13 años, una edad bastante tardía teniendo en cuenta que los grandes jugadores empiezan a brillar un par de años antes.

Su nombre es Jannik Sinner, es la gran esperanza del tenis transalpino, ocupa la posición número cuatro del ranking ATP y ya se puede confirmar que ha venido para quedarse. Pero la pregunta que uno se plantea es la siguiente: ¿Por qué empezó a jugar tan tarde al tenis? Pues la respuesta es sencilla. Sinner nació en San Candido, una localidad italiana que está enclavada en mitad de la gigantesca cordillera de Los Dolomitas y, como es lógico, allí el esquí es una actividad muy típica.

Sin embargo, Sinner eligió, con 13 años, el tenis. Antes de esa edad, el italiano había destacado en esquí e iba camino de convertirse en uno de los grandes esquiadores italianos. Buena prueba de ello fueron los buenos resultados que consiguió en los campeonatos de Italia. En 2008 se proclamó campeón de Italia de la categoría slalom y en 2012 terminó en segunda posición, algo realmente difícil de conseguir teniendo en cuenta lo difícil y técnico que es el esquí. Eso demuestra que Sinner siempre ha sido un prodigio.

En el año 2012, Sinner escogió el tenis y se mudó a la región costera de la Riviera Italiana, en el golfo de Génova, para centrarse única y exclusivamente en el deporte de la raqueta. Allí, el de San Candido tuvo la oportunidad de conocer a un mítico como Ricardo Piatti, que fue su entrenador de toda la vida hasta febrero de 2022.

Si uno tiene la oportunidad de ver jugar al italiano en directo, podrá comprobar lo elástico que es. Y eso es, en parte, gracias al esquí. Sin embargo, la elasticidad no lo es todo en su juego. Es un tenista alto – mide 1,88m – y cuenta con una potencia sobrenatural, que le hace ser un dolor de cabeza para los tenistas que juegan contra él.

Un 2023 para enmarcar

En un deporte como el tenis, en el que la regularidad es muy importante, siempre hay un año de referencia. Y en el caso de Sinner, la temporada 2023 ha sido francamente buena. Ha llegado muy lejos en los torneos importantes, le ha plantado cara a Carlos Alcaraz, su compañero generacional, y ha tenido el privilegio de disputar las ATP Finals en el Pala Alpitour de Turín.

Y ha sido en la Copa de Maestros donde se ha visto al mejor Sinner. El transalpino ha ganado todos los partidos de la fase de grupos – incluida una batalla memorable de más de tres horas frente a Novak Djokovic — y ha demostrado que en la superficie indoor se siente como pez en el agua.

Jannik Sinner saluda a Novak Djokovic a la finalización del encuentro de fase de gruposAFP

Lo que ya se puede decir es que Sinner es el primer finalista de las Nitto ATP Finals. El de San Candido pasó como líder del Grupo Verde y consiguió doblegar al ruso Daniil Medvedev en las semifinales (6-3, 6-7 y 6-1, en 2h 29m). Eso significa que este domingo estará en la gran final de la Copa de Maestros y allí se enfrentará a Novak Djokovic, que no le dio ni una sola opción a Alcaraz. Se espera una final muy disputada y Sinner buscará su primer título. Por su parte, Novak Djokovic buscará su séptimo entorchado y así desempatar con Roger Federer.