Las dudas de Djokovic en 2024 con un tenis errático y falto de ideas
Después de un final de 2023 espectacular, el tenista serbio tuvo poco descanso y en el Open de Australia dejó muchas dudas
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Su final de 2023 fue sencillamente espectacular. Eso es algo que no se puede negar. Como él mismo reconoció en una entrevista reciente, perder la final de Wimbledon contra Carlos Alcaraz le vino bien. Y razón no le faltaba. Después de la traumática derrota en la hierba londinense, Novak Djokovic ganó todo lo que jugó: Masters 1000 de Cincinnati, US Open, Masters 1000 de París-Bercy y la Copa de Maestros.
Después de ganar en Turín las Nitto ATP Finals, lo siguiente que disputó Novak Djokovic fue la fase final de la Copa Davis, donde llegó hasta las semifinales. En Málaga (sede donde se jugó la mítica competición por equipos) Djokovic ya empezó a mostrar signos de agotamiento y dejó claro que necesitaba un descanso para resetear y prepararse de la mejor forma posible para la temporada 2024, que estaba a la vuelta de la esquina.
El serbio pudo descansar unos días y, poco después, empezó su particular pretemporada combinando entrenamientos en Marbella y Dubái, dos de los sitios donde siempre entrena después de un tiempo de desconexión. Eso fue a mediados de diciembre. El 27 de ese mismo mes disputó una exhibición contra Carlos Alcaraz en Riad y unos días después viajó hasta Australia para disputar la United Cup con Serbia.
A priori, el descansar tan poco no le vino mal a Djokovic. Pero cuando se acumulan muchos partidos sin apenas margen para recuperar... lo más normal es que, a la larga, se acabe notando. Y eso es exactamente lo que le sucedió al número uno del mundo en el Open de Australia.
Luces y sombras
Las expectativas en torno a la figura de Novak Djokovic eran altísimas. El serbio había ganado en 10 ocasiones el Open de Australia y todo el mundo pensaba que iba a conseguir su undécimo entorchado en Melbourne, lo que le permitiría colocarse con 25 Grand Slams y convertirse en el tenista con más majors de la historia del tenis.
El debut de Novak Djokovic fue más rocoso de lo esperado. El croata Dino Prizmic, de 18 años, le puso las cosas muy difíciles al serbio y el partido entre ambos se fue a las cuatro horas de duración, algo impropio para el de Belgrado en su jardín. En ese encuentro se dejó un set y dio la sensación de que el joven croata quería más el partido que el propio Novak.
'Nole' superó la trampa de Prizmic y en segunda ronda se tuvo que enfrentar a Alexei Popyrin, un tenista australiano que contaba con el apoyo de la afición aussie. Y en ese encuentro, el número uno volvió a ceder otro set. Había algo raro dentro de Novak. Y daba la impresión como si él tampoco supiera lo que le estaba pasando, aunque luego reconoció que había sufrido un resfriado, aspecto que le mermó físicamente en esos dos primeros encuentros.
Superadas las dos primeras rondas, Novak Djokovic dijo basta y metió una marcha más en sus partido contra el argentino Tomás Etcheverry (3ª ronda) y el francés Adrian Mannarino (4ª). Ahí sí se vio a ese Djokovic dominador al que estaba acostumbrado el público australiano.
El problema del calor australiano
Si uno busca en qué fechas se juega el Open de Australia podrá comprobar que se disputa en el mes de enero. En España es invierno, pero Australia se encuentra en el hemisferio sur y en esas fechas suele hacer muchísimo calor. Y jugar con temperaturas elevadas es muy duro para los tenistas.
Uno de los tenistas afectados fue el propio Djokovic, que tuvo que afrontar los partidos frente a Taylor Fritz (cuartos) y Jannik Sinner en las horas centrales del día, cuando hace muchísimo más calor que por la noche. Contra el tenista estadounidense se volvió a dejar un set y volvió a dejar dudas en cuanto a su juego.
Y esas dudas se acrecentaron en la semifinal frente a Jannik Sinner. El italiano pasó por encima de Djokovic y rompió la imbatibilidad del serbio en la Rod Laver Arena 2.195 días después, al igual que en Wimbledon cuando Carlos Alcaraz le ganó en la final.
«Estaba en shock con mi nivel, no estaba haciendo muchas cosas como tocaba. Es uno de los peores partidos en Grand Slam de mi carrera. Quiero darle crédito a él [Sinner] por hacerlo todo mejor que yo», comentó el serbio en rueda de prensa después de la semifinal.
En definitiva, el paso de Novak Djokovic por el Open de Australia ha generado muchas dudas. Lo que queda claro es que descansar le va a venir de perlas, pero si quiere seguir ganando los partidos importantes deberá reflexionar y evitar cometer los errores que le han privado de su 11º título en Melbourne.