La resiliencia de Rafa Nadal y un ilusionante regreso a las pistas en el Conde de Godó

Había ganas de pronunciar esta frase. Rafael Nadal Parera está de vuelta. Después de un 2023 y un inicio de 2024 en el que hubo más dudas que certezas y en la que muchos se llegaron a plantear muchas cosas, el tenista balear vuelve a sonreír. Y lo hace en la superficie en la que ha cosechado la inmensa mayoría de sus éxitos. Es decir, la tierra batida, su jardín particular.

Ha sido un proceso muy duro. Y la mejor palabra que se puede utilizar para definir todo este proceso es resiliencia. La RAE (Real Academia Española) la determina de la siguiente manera: «Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos». Y se puede afirmar, claramente, que Rafa Nadal es un tipo resiliente y que, pase lo que pase, nunca se va a rendir y siempre se va a dar la oportunidad de confiar.

Ya lo reconoció en mayo del año pasado cuando convocó una rueda de prensa en la que anunció que, lo más probable, era que 2024 iba a ser su última temporada como tenista profesional. «Creo que no me merezco terminar así. Me he esforzado para que el final no sea aquí, en una rueda de prensa. Voy a luchar para que el final no sea de esta manera. Tengo la satisfacción de que en mi vida hemos hecho las cosas que veíamos convenientes para llegar a los objetivos».

Y el lugar en el que Rafa Nadal hará su enésimo regreso es en el Real Club de Tenis de Barcelona, la casa del Conde de Godó y un sitio en el que ha ganado un total de 12 veces. Nadie en la historia ha conseguido igualar este registro. Y queda claro que, si está en forma, Nadal es dueño y señor de este torneo por mucho que jugadores como Carlos Alcaraz, Casper Ruud o Stefanos Tsitsipas intenten luchar contra él.

«Estoy contento de estar aquí. Barcelona me ha dado muchas alegrías, he pasado muchas épocas de mi vida y este es mi club. Pasar días aquí, ver a la gente y poder entrenar con los jugadores es una alegría», reconoció Rafa Nadal este sábado durante el sorteo del cuadro principal del Conde de Godó, torneo que empieza este lunes con los encuentros de primera ronda.

La Pista Rafa Nadal, la central del insigne club barcelonés, volverá a disfrutar del tenista balear. El público catalán llevaba dos años sin ver a Rafa en acción y este próximo martes hará, si nada se tuerce, su debut ante Flavio Cobolli, tenista italiano que ocupa el puesto número 63 del ranking ATP. Se da por hecho que el complejo tenístico estará hasta los topes para volver a ver al de Manacor en el club que le vio levantar 12 veces el trofeo.

Independientemente de lo que suceda en el torneo, para Nadal ya es un premio estar en el Conde de Godó. Las expectativas del mallorquín son realistas y lo más normal sería no verle ganar en la capital de Cataluña. Pero esto es tenis y nunca se sabe lo que puede pasar. La máxima ilusión del Real Club de Tenis de Barcelona es ver un nuevo duelo entre Rafa y Carlos Alcaraz, pero antes de llegar a semifinales, tanto el balear como el murciano deberán de superar unos cuantos escollos.

Jugar el resto de torneos de tierra

Por el momento, el presente de Nadal se sitúa en el Conde de Godó. Y eso ya es un paso importante teniendo en cuenta de dónde venía el jugador de Manacor. Y su objetivo es volver a sentirse competitivo en su superficie fetiche.

Si todo marcha según lo previsto, el público que acuda a la Caja Mágica del 22 de abril al 5 de mayo podría ver a Rafa Nadal de vuelta en la capital española. Ya lo dijo en el pasado. Su objetivo es poder disputar todos aquellos torneos que han sido importantes a lo largo de toda su carrera. Y el Masters 1000 de Madrid es uno de ellos. Al igual que Roma.

Pero, sin ninguna duda, el gran objetivo de Rafa Nadal esta temporada es jugar en París y disputar los Juegos Olímpicos. El tenista balear tiene marcado en rojo el poder disputar Roland Garros, un Grand Slam que ha conquistado 14 veces. Y para poder ser competitivo en el grande francés, lo idóneo para Rafa sería poder adquirir rodaje en los torneos previos. Eso ya se verá. De momento, Rafa tiene que disfrutar del presente y su realidad es el Conde de Godó de Barcelona.