Nadal remonta en su primer partido en Roma y avanza a la siguiente ronda

En la Ciudad Eterna, horas después de que su Real Madrid volviera a desafiar a lo imposible, Nadal superó una exigente prueba ante el belga Zizou Bergs para superar su primera ronda en el Masters 1.000 de Roma. Todo se había complicado tras caer en el primer set por 4-6, pero Rafa remontó con dos parciales de 6-3 y 6-4 y ya está en la siguiente ronda. Como Roma, él también es eterno.

Tras la enriquecedora experiencia en Madrid, con cuatro partidos y un buen puñado de horas sobre las piernas para coger tono y forma, Nadal empezó de manera inmejorable su periplo en la capital italiana. Se deshizo del joven belga Zizou Bergs, tras una gran remontada, y ya mira al horizonte, donde le espera una muy exigente prueba ante el polaco Hubert Hurkacz, número nueve del mundo.

En la arcilla romana, Rafa empezó bien. Los juegos en los que servía eran un mero trámite y en los que respondía se alargaban en busca del break, cosa que finalmente sucedió en el cuarto juego del encuentro, lo que parecía encarrilar la victoria del español. Sin embargo, en un arrebato de orgullo, Bergs respondió de manera inmediata devolviéndole la rotura, tras un juego bastante largo, y luego venciendo otro juego para empatar el partido. Eso le dio un extra de confianza al belga que aprovechó para reflejar en el marcador.

Otra rotura, cuando el primer set iba con un marcador de 4-4, y un posterior juego en blanco cerraron la primera manga por 6-4 a favor del tenista de 24 años, que se enfrentaba por primera vez en su carrera a Nadal.

El inicio del segundo set se vio interrumpido por una emergencia sanitaria en la grada, un tiempo que le permitió a Rafa limpiar la mente y despejar las dudas. Y le sirvió. Juego en blanco de primeras y break a continuación, logrando una ventaja que esta vez sí iba a ser capaz de defender.

Amenazó en un par de ocasiones Bergs con devolver la rotura, pero Rafa resistió, volvió a hacer gala de su manual de supervivencia y se llevó el segundo set por un total de 6-3. Está claro que Nadal ha perdido muchas cosas respecto al tenista que fue, pero mantiene su hambre competitivo intacto.

Tercer set

El tercer y definitivo set arrancó con Bergs llevando la iniciativa, mostrándose muy agresivo con sus golpes desde el fondo de la pista, moviendo a Nadal de lado a lado y siendo preciso en sus golpeos. A Rafa le costaba seguirle el ritmo, especialmente en aquellos juegos en los que restaba. Sus golpes parecían ir menos fuertes y sus piernas llegaban a menos lados. Y, pese a todo ello, encontró la manera.

Le rompió el servicio al belga para, por tercera en los tres sets, agarrar una ventaja temprana sobre la que construir. De nuevo, Bergs contraatacó. Tres bolas de break en el sexto juego del set para devolver la igualdad. Y tres bolas que salvó Rafa.

Tras eso, Bergs ya no tuvo capacidad de reacción. Ni fuerzas para intentarlo ante un rival, aparentemente mermado, que devolvía cada golpe como si no hubiese ganado nada en su carrera.

Rafa, ya completamente desatado, rubricó la victoria venciendo los juegos en los que servía para cerrar el tercer set en un 6-4, completando un partido que estuvo cerca de las tres horas de duración. Nadal sigue mejorando sensaciones y ganando confianza antes de la gran cita de París en Roland Garros.