Alcaraz eleva su nivel en Roland Garros y ya está en la segunda semana
El español se ha clasificado por tercera vez consecutiva para los octavos de final al vencer al estadounidense Sebastian Korda con parciales de 6-4, 7-6(5) y 6-3
Carlos Alcaraz se ha clasificado para los octavos de final de Roland Garros por tercera temporada consecutiva, tras superar en un intenso partido al estadounidense Sebastian Korda, número 28 del mundo, con un marcador de 6-4, 7-6(5) y 6-3 en dos horas y 39 minutos.
El número 3 del ránking mundial mostró una mejora en su rendimiento respecto a su encuentro anterior contra el neerlandés Jesper de Jong, quien venía de la fase previa. El murciano necesitó elevar su nivel para vencer a un tenaz Korda, a quien ya había derrotado hace dos años en la misma ronda del torneo. Alcaraz se mostró positivo tras la victoria, que le permite avanzar por tercer año consecutivo a los octavos de final. «He jugado mucho mejor que el partido anterior, me he movido mejor, he tenido algunos puntos muy buenos, y me he sentido yo mismo durante este partido», comentó desde la pista.
Korda llegó al partido con menos descanso que Alcaraz, debido a que su partido anterior fue aplazado por la lluvia, mientras que el encuentro del español se desarrolló con normalidad bajo el techo de la pista central. El estadounidense venció al surcoreano Soonwoo Kwon en cuatro sets, pero quizá le faltó energía para enfrentar a Alcaraz, semifinalista del año pasado.
La lluvia volvió a favorecer a Alcaraz, cuyo próximo rival en octavos también tendrá menos descanso. Se enfrentará al ganador del duelo entre el estadounidense Ben Shelton, y el canadiense Félix Auger-Aliassime, número 21. El partido fue aplazado con Auger-Aliassime liderando 5-4 en el primer set y con servicio para cerrar la manga.
Alcaraz continuó su camino hacia los octavos bajo techo, ajeno a los caprichos del clima, jugando por tercera vez en la central, esta vez en la sesión nocturna. El murciano atrajo a una gran cantidad de espectadores a pesar del clima desapacible, casi fresco para un día de mayo en París, y a pesar de no estar en su mejor forma.
No funcionó su derecha
A pesar de que no mostró su habitual dominio con la derecha, como si la constante lluvia que ha afectado el torneo hubiera apagado su chispa, Alcaraz tiró de otras habilidades para superar a un rival que, aunque permanece en la clase media del ránking, no ha logrado dar el salto necesario para competir al más alto nivel.
Korda, con una herencia tenística notable, nunca ha entrado en el top-20 y parece seguir más los pasos de su madre, que llegó al top-100, que los de su padre, quien ganó el Open de Australia de 1998 y alcanzó el número 2 del mundo. Entrenado por Radek Stepanek, quien trabajó con Petr Korda, el joven tenista ha ampliado su repertorio de golpes, pero aún no es lo suficientemente letal para inquietar a jugadores del calibre de Alcaraz y además se ha visto muy mermado por las lesiones.
A pesar de esto, Korda presentó batalla, aunque le faltó agresividad para desarmar al español, quien se llevó el primer set tras quebrar el saque del estadounidense en el noveno juego. La igualdad se mantuvo, con un Alcaraz más ofensivo pero no siempre preciso, lo que permitió a Korda mantenerse en el partido.
Desde la grada, Juan Carlos Ferrero, entrenador de Alcaraz, pedía más a su pupilo. «Hay que ponerse duro, que pasen cosas», se escuchó decir. Alcaraz respondió lanzándose al ataque y presionando a Korda, quien logró llevar el set al desempate, donde el español aseguró su ventaja.
Al no poder hacer daño con la derecha, Alcaraz comenzó a utilizar más dejadas, lo que minó la resistencia de Korda, quien no supo cómo reaccionar.