El día después de Alcaraz tras un verano que empezó siendo histórico y ha terminado de la peor manera posible

La cabeza de Carlos Alcaraz se quedó en la pista central de Roland Garros tras caer en la final olímpica ante Novak Djokovic. El lugar en el que solo un mes antes había conseguido su primera Copa de los Mosqueteros, era ahora la tierra maldita, la que le impedía abrazar la gloria olímpica, su gran deseo de esta temporada. «Este año prefiero la medalla de oro a un Grand Slam», aseguró al empezar la temporada.

El español, de 21 años, volvió a París para cumplir otro de sus sueños de niño y los Juegos Olímpicos se terminaron convirtiendo en una pesadilla. Fue la primera vez que se le vio llorar en una pista de tenis, justo tras caer en la gran final ante Novak Djokovic. Por mucho que el murciano se hiciera con una valiosa plata, en su mente solo había lugar para el oro y aquel encuentro le sigue pasando factura un mes después.

Este verano ha sido el de las primeras veces para Carlos Alcaraz. Su primer Roland Garros, su primera vez revalidando un Grand Slam, pero también su primera (y esperemos que última) raqueta destrozada o su primera gran final perdida. Ha tenido un verano que empezó siendo histórico y que ha acabado con tres derrotas en cuatro partidos.

Lógicamente, la recta final de esta parte del año no puede empañar en absoluto lo conseguido. Con solo 21 años se ha llevado dos Grand Slams y una plata olímpica en solo dos meses. Tiene un mérito increíble hacer algo así y lo mejor de todo es que tiene todavía mucho tiempo por delante para repetir la hazaña e incluso mejorarla. Si algo ha demostrado el murciano es que vuelve más fuerte de los batacazos.

El día después de la derrota

Una vez que la gira norteamericana de pista rápida no ha ido bien para Carlos Alcaraz y ahora le toca volver a casa y pensar en los siguientes desafíos. Lo primero de todo será descansar, su verano ha estado demasiado cargado y toca volver con energías renovadas. «El verano ha sido muy exigente, he tenido mis momentos de desconexión. Quizás yo como persona necesito más tiempo», comentó el murciano tras la derrota.

Su plan ahora es volver a Villena para desconectar hasta que finalice el US Open y preparar su próximo desafío, la Copa Davis. España está pasando por una crisis de juego tal y como demuestra que no haya ni un solo español en la tercera ronda del Grand Slam neoyorquino. Es por ello que todo el equipo se agarrará al murciano para acceder a la final y pelear por la 'Ensaladera' en el mes de noviembre. Todavía queda, pero es obligatorio certificar el pase.

Una vez que recargue pilas y afronte la clasificación de la Davis, Carlitos tendrá que organizar su calendario hasta final de año. Esa es una asignatura pendiente después de lo visto este verano y ahora tiene que seleccionar bien los torneos para poder acercarse al número 1. Alcaraz podría salir de los tres primeros puestos del ranking tras el US Open, pero no todo estaría perdido. Pensar en el cetro de la ATP es complicado ahora mismo, aunque todo es ponerse a sumar puntos e ir recortando diferencias con Sinner, Djokovic y Zverev.

Laver Cup, Pekín, Shanghái, Grand Slam de Arabia Saudí, Paris-Bercy, Copa de Maestros y final de la Copa Davis parecen los retos del murciano hasta que acabe el año. Está claro que ya ninguno es como los Grand Slams o los Juegos Olímpicos, pero hay cosas que ilusionan. Ganar un nuevo Masters 1000 (Shanghái o París), levantar por primera vez la Copa de Maestros o conquistar la Davis son bonitos desafíos.

Su año ya es sobresaliente al haber ganado dos majors, pero ahora lo primordial es recuperar la sonrisa y disfrutar en pista. Queda la recta final de la temporada, momento ideal para quitarse el mal sabor de boca de Cincinnati y sobre todo, del US Open.